Nunca he llegado a conocer a Don Carlos Chocrón, y tampoco
he tenido nunca interés en conocerle. Sabia de su existencia
por los medios escritos y algún que otro comentario de los
conocidos. Por eso, tan solo puedo hablar, con seguridad, de
aquello que oí y reflexioné de su discurso, el pasado día 2
de septi embre durante el día de la autonomía de Ceuta.
Porque, desde ese día, creo que he podido conocer mejor la
grandeza que mostró sobre muchas de esas cabezas socialmente
reconocidas que nos rodean.
Mas, en primer lugar, quiero desearle una rápida mejoría,
que creo que ya esta en marcha y que ya solidamente asentada
seguirá adelante. ¡No puede ser de otra forma! Por eso,
estoy seguro, que todo ello quedará tan solo en un recuerdo
aciago de un tremendo susto sobre algo que nunca debió
pasar, pero que pasó. ¡Que se mejore pronto Don Carlos
Chocrón!
¡Pero bien! Dicho lo anterior, dicen que lo importante en
las personas, son los hechos, no las simples palabras. Y en
su discurso, Don Carlos Chocrón, nos mostró que sus palabras
mantenían el sonido y sentido ciertos de los hechos que
forjan una vida personal. ¡Discurso del presente en el que
se unían y anudaban los lazos de todo un pasado personal! Y
fueron palabras, firmes en sabiduría y serenidad, las que
nos dirigió una persona nada desorientada en nuestros años.
Por ello, es a ellas a las que tan solo quiero referirme en
este pequeño escrito.
Cito, más o menos y con mil errores, algunas de sus palabras
que me agradaron: “Vine aquí de paso, y debo reconocer que
es la primera vez en mi vida en que mi voluntad ha sido
doblegada”…”Superando las vicisitudes que hemos tenido que
atravesar en lo personal” Sin duda, el rigor de la vida no
es fácil para nadie, pero sigamos con sus palabras:
“Comenzamos con un taller de joyería, con 30 cualificados
operarios…después el 80% de los nuevos talleres procedían en
origen de nuestros talleres. Lo que produce riqueza
social”…”Ahora estamos en la creación de una entidad de
carácter benéfico, que canalice las distintas acciones
solidarias que realizamos”…”Animo a los empresarios ceutíes
a trabajar con ilusión y esfuerzo…pero… ¡Ojo…! ha de hacerse
sin prisas. Realizarse con el esfuerzo continuado. La
veteranía y el paso a paso hacen que ninguna empresa
muera”…” Hay que acabar con la carrera descontrolada por los
beneficios”
Con estas palabras, entre otras muchas más, Don Carlos
Chocrón, engarzando toda su experiencia y conocimiento nos
daba una visión coherente de lo que integraba su vida.
¡Ideas y programas que mantiene desde hace más de 50 años! Y
eran palabras, que expresadas con la humildad de los
verdaderamente grandes, resumían de forma clara y serena,
una detallada y magnifica obra empresarial. ¡Y esto es
increiblemente raro y extraordinario! Porque ellas,
simplemente, se apoyaban en la lógica, en los hechos y en la
diligente ejecución de lo que debe ser un empresario. En
ellas, sus palabras, nos detallaban las mil piezas sueltas
con las que su empresa comenzó, y después… ¡Del cómo las
unió para dar a una sociedad un futuro real de trabajo,
progreso y beneficio!
También nos dijo, que llegó a Ceuta de paso. ¡Sin duda este
es un lugar al que, como tantos otros muchos, solo llegamos
de paso! ¡Y él, también se quedó definitivamente!. Algún
día, descubriremos cual es el hechizo de esta tierra que se
nos hace tan nuestra, hasta el punto de que en ella deseamos
reposar nuestros huesos. Algún día…, averiguaremos el ¿Por
qué?, cuando llegamos de paso, la hacemos nuestra casa para
siempre. Pero bueno, esto es así. Y además, ¿Quién
abandonaría a su gente, con la que envejece y con la que
habla y lucha codo a codo para superar el día a día? Pero
volvamos con el discurso.
Crítico y disidente intelectualmente con los momentos
actuales, Don Carlos Chocron, nos explicó la diferencia de
su opinión con toda una indiferenciada sociedad actual
basada en el simple consumo y en el rápido beneficio. Su
discurso, lleno de hondo y profundo sentido de la realidad,
volvía una y otra vez sobre sí mismo, sobre su pasado y su
futuro, explicando la noción clara de su obra personal. Y,
de esta manera, escuchábamos como los elementos de su
existencia daban sentido a su tradición de trabajo; como
seguía sabiendo como continuar con el futuro a realizar;
como no veía al mundo actual como un problema, ni tan
siquiera como una empresa ambiciosa, sino como algo normal
en la historia de la sociedad. ¡Y mostrando una inteligencia
de esperanza, fueron sus palabras, todas ellas, verdades
completas que nos dirigía desde su improvisada tribuna!
Por ello, solo cabe decirle a Don Carlos Chocron que, en el
día de la autonomía de nuestra ciudad, fue un sobresaliente
en el arte difícil de dar discursos. Ya que evitando
exquisiteces solo validas para vestir a pulgas, a las que
tan acostumbrados nos tienen muchos oradores nacionales e
internacionales, nos enseñó como solo los creadores natos en
el trabajo, la audacia, la formación y el progreso son
necesarios para superar los problemas actuales. Porque,
dándonos palabras, cargadas de familia y futuro, basadas en
las enseñanzas del pasado, nos mostraba que solo el trabajo
nos llevará a un fin lleno de hechos ciertos. ¡Por ello,
seguramente sin intentarlo, ni quererlo, nos hizo más sabios
y más seguros a los que le escuchábamos!.
Por todo esto, además de por otros meritos, sin duda es
merecedor, no solo del cariño y del reconocimiento que todo
Ceuta le profesa, sino que además, puede considerarse como
un verdadero héroe de la empresa y de nuestra ciudad. ¡Y
cuya vida ha sido y sigue siendo necesaria para muchos!.
Ahora, tan solo hay dejar pasar el tiempo y que este día en
que se le astilló una alegría, sea tan solo un recuerdo más
que enriquezca su ya plena vida.
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