La llegada de ‘Rosh Hashanah’ o Año Nuevo judío comenzará
este atardecer aunque, hasta el próximo viernes, la
comunidad hebrea iniciará un periodo de reflexión como
preparación al “juicio celestial”, por el que los errores
cometidos durante el pasado ejercicio quedarán absueltos y
afrontar con la pureza del alma los días que llegan. Los
rezos colectivos en la sinagoga acentuarán el carácter
religioso de esta cita.
Desde este atardecer y hasta el viernes de madrugada, todos
los hebreos ceutíes entrarán en un periodo al que llaman de
“reflexión” a la espera del “juicio celestial” para así dar
la bienvenida al Año Nuevo, celebrado el primer día del mes
de ‘Tishrey’, que esta vez ha coincidido con el 8 de
septiembre.
Esta festividad, conocida como ‘Rosh Hashanah’, tiene un
marcado carácter religioso y tradicional, sin ser fechas de
fiesta o “jolgorio”, todo lo contrario, unos instantes de
“meditación” hasta que se le hace a cada persona un juicio
celestial que culmina con el día de ‘Yomki Kipur’ o “del
perdón”, explicó José Bentolila, presidente de la comunidad
hebrea. Hasta llegar a tal señalamiento, deben pasar 10
lunas más hasta el próximo día 18, que en hebreo se
denominan ‘Yamine Noraim’.
“Durante este periodo las personas van elevando
espiritualmente, van reflexionando sobre todas las cosas y
errores que han cometido en el año anterior y de manera
individual, se hace un examen de conciencia para que el día
del ‘Yomki Kipur’ los pecados sean perdonados para iniciar y
afrontar el Año Nuevo, objetivo principal”, apuntó Bentolila.
Rezos colectivos
Como su marcado acento religioso indica, la entrada del Año
Nuevo hebreo va acompañado, además de la meditación
personal, de los rezos colectivos en la sinagoga, por las
mañanas y las tardes. Además, una de las peculiaridades del
‘Rosh Hashanah’ es el sonido del ‘shofar’ o cuerno de
carnero, que se toca especialmente este día como símbolo del
“despertar del alma y señal del inicio del año”, especificó
Bentolila.
Es con la llegada del ‘Yomki Kipur’ o cita del perdón cuando
los judíos hacen su penitencia y tienen prohibidos algunos
detalles tales como “llevar zapatos de cuero, sin gomas, se
hace ayuno, y se hacen 24 horas de penitencia”, relató el
presidente de dicha comunidad.
Para los más necesitados
No son donativos, sino ayudas a aquellos que, por
circunstancias, padecen más necesidades. “Los donativos a
las familias que más lo necesitan es algo preceptivo en
todas nuestras festividades ya que es algo importantísimo
para no dejar a nadie sin recursos para la festividad o
comprar alimentos”, sintetizó Bentolila.
Y es que uno de los pilares fundamentales del judaísmo es la
justicia, “el dar el porcentaje de los beneficios del dinero
que gane cada uno siempre destinado a obras de caridad”.
Para estas fechas, y como es típico en todas las religiones,
la gastronomía también cobra especial protagonismo. En el
judaísmo, la sopa de habas, la cabeza de buey, que simboliza
el inicio del año como la parte “más alta”, y las granadas,
“para que las acciones personales se multipliquen como los
granos de la misma, que son muchos”, añadió Bentolila.
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