Después de tres años que se inició el proceso de
escolarización de niños con Down en centros integrados, esta
fórmula se ha convertido en norma para todos los miembros de
la asociación que ingresan en educación infantil. Así
ocurrirá este año con los dos niños que comienzan su etapa
escolar, según explicó la coordinadora y pedagoga de la
Asociación Síndrome de Down, Marina López Rubiños.
El proceso ha ido ‘in crescendo’. De las 23 personas en edad
escolar que posee esta asociación, el 38 por ciento ya
asiste a clase en centros integrados. La entidad también
presta sus servicios a ocho adultos y dos bebés.
Los dos únicos centros escolares que disponen de recursos
para prestar esta enseñanza integrada son los colegios de
Las Adoratrices y el ‘José Acosta’, según continuó
explicando López. La otra opción es el colegio de educación
especial de San Antonio, donde se comparte aula con otros
escolares que padecen la misma u otra discapacidad psíquica.
La permanencia de los niños en los centros de educación
integrada depende de la evolución de cada uno de ellos. En
todo caso, la integración no se extiende nunca más allá de
la Educación Secundaria, donde ya suelen aparecer las
complicaciones, y ninguno ha hecho bachillerato, aunque en
algunos casos se ha logrado matricularlos en un PSPI al
terminar la ESO.
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