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Aunque aumente el parque de automóviles privados en la
ciudad autónoma, los ceutíes siguen usando el servicio de
autobuses urbanos. Según datos facilitados por la compañía
concesionaria, Hadú-Almadraba, entre las ocho líneas que
componen el servicio se registra cada día una media de
16.000 viajeros.
El servicio de autobuses urbanos resulta clave para los
desplazamientos dentro de la ciudad, a pesar de lo mucho que
ha aumentado el parque de automóviles privados. Los
guarismos que maneja la compañía concesionaria, Hadú-Almadraba,
así lo demuestran.
Según datos aportados por el gerente de la empresa, José
María Cuéllar, los ocho itinerarios que componen el servicio
registran una media de entre 15.000 y 16.000 viajeros cada
día. La primera quincena del mes puede subir hasta los
17.000 pasajeros, pero en la segunda se produce un descenso.
Como cabía esperar, la línea más demandada es la 7, que
conduce la frontera. Le siguen en importancia la línea 6 a
Hadú, la 2 a Zurrón, la 3 a Varela y la 8 a la barriada del
Príncipe.
El resto de las líneas son deficitarias, según continuó
exponiendo Cuéllar. Ello se refiere a la línea 1 que conduce
a Recinto, la 5 que lleva hasta Benzú y la 4, ideada para
cubrir el servicio al nuevo Hospital Universitario de Ceuta
y cuyos autobuses han ido prácticamente vacíos durante todo
el mes de agosto.
La flota completa de la compañía está compuesta por 28
vehículos. En hora punta pueden estar en circulación hasta
25 de estos coches.
Las franjas horarias con mayor tránsito de pasajeros son de
08 a 10 horas y de 12 a 15 horas. Pero hay líneas que tienen
un tiempo específico. Es el caso de la que conduce a la
frontera, cuya franja horaria de mayor demanda se produce
desde las 16 a las 19 horas. El servicio termina a las 23.30
horas con la línea que conduce a Hadú.
Cuéllar asegura que la flota disponible es suficiente para
prestar el servicio a la ciudad y recuerda que este año se
han adquirido seis autobuses adaptados para personas con
movilidad reducida.
En realidad, sólo el treinta por ciento de los vehículos que
componen esta flota carece de rampas y otros elementos
adaptados para personas con discapacidad física y en todo
caso, todas las líneas, disponen de al menos un autobús
adaptado.
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