Las empresas y organizaciones de hoy día en día buscan en
sus líderes eso que se conoce como “la dirección emocional”
que son las habilidades de negociación, motivación,
comprensión y cohesión.
Hoy día existen muchas trabas subjetivas para que las
mujeres lleguen a la alta dirección empresarial y pública,
pese a que las habilidades y capacidades que se requieren,
son las que de manera innata tienen las mujeres por haberlas
desarrollado durante mucho tiempo ejerciendo el rol de
hijas, esposas, madres y amas de casa.
Según Anna Mercadé Consultora de orientación profesional y
asesora en planes estratégicos de creación de empresas, las
mujeres, desde hace millones de años han sabido negociar
para evitar el conflicto y el enfrentamiento, para lo que
han tenido que desarrollar sus habilidades comunicativas y
de relaciones. Según los científicos las mujeres tienen el
cerebro preparado para la resolución de conflictos de manera
pacífica., lo que conocemos como negociación.
La flexibilidad es otra cualidad típicamente femenina, en
general no las mujeres no tienen inconvenientes para aceptar
opiniones de otras personas, cambiar las propias y llegar a
consensos, porque no están arraigadas al poder ni a las
relaciones de poder. A diferencia de algunos hombres, a los
que desgraciadamente se les ha enseñado e identificado con
el ejercicio de una autoridad mal entendida y a ejercerla al
margen del entorno que les rodea.
Las características masculinas tan arraigadas de la cultura
del trabajo y la creencia de la disposición del tiempo
“ilimitado” de los hombres para el mismo, impide a muchas
mujeres alcanzar metas profesionales para las que están
sobradamente preparadas.
Las mujeres tienen también gran capacidad para realizar
varias tareas a la vez, lo que se conoce normalmente como
“multitarea”, y no es que los hombres no desarrollen esta
capacidad, sino que ésta, es innata en la mujeres en el
trabajo y ni que decir dentro de casa.
Otra cualidad innata, la solidaridad. Se sabe que de cada
diez voluntarios, ocho son mujeres. Si bien los hombres se
caracterizan más por aportan ideas y donativos, las mujeres
son más de acción. Mª Angeles Siemens, Directora del Comité
Español de Acnur (Alto Comisionado de Naciones Unidas para
los Refugiados) señala como en la ONU se ha instado a hacer
a las mujeres partícipes porque tienen probada capacidad
para salir adelante de forma pacífica en situaciones
difíciles y de posguerra. Y sin embargo en las mesas de
negociación sigue habiendo mayoritariamente hombres. De
cualquier forma hace 50 años era impensable la incorporación
de la perspectiva de género y el acceso de la mujer a
puestos directivos en cooperación internacional.
Causa
Podríamos preguntarnos cuál es la causa de este escaso
liderazgo.
Eduardo Punset cuando se le preguntó acerca de la
conciliación, opinaba que la revolución feminista supuso que
la sociedad tenia que recuperar ese 50 por ciento de la
Humanidad que permanecía al margen de la política, la
cultura y otras muchas esferas. Pero señala que en el mundo
occidental se ha realizado muy mal esta incorporación de la
mujer. Su desgaste en la vida familiar y laboral al carecer
de unas políticas eficaces de ayuda a la crianza y educación
de los hijos ha sido muy elevado.
Es cierto, la conciliación no debería ser siempre a costa de
la mujer dado que sólo tiene sentido si se contempla desde
un punto de vista del conjunto de la sociedad. Por ejemplo,
el día que un empresario o empresaria a la hora de
contratar, compruebe que la baja por maternidad y la de
paternidad se encuentran equiparadas, probablemente no se
tenga que plantear si contratar a una mujer le es más
perjudicial en su empresa que un hombre, sino mirar tan sólo
su capacidad.
Es más, asumir que sólo las mujeres concilien es dar la
razón a los que piensan que, en determinadas circunstancias
familiares, las mujeres van a estar menos dispuestas a
entregarse al trabajo.
El perpetuar el sistema masculino corporativista del
poder... la critica de la imagen de la mujer para eclipsar
el talento... poner énfasis en lo anecdótico, en lo
polémico, invisibiliza el trabajo bien hecho y las
cualidades que se poseen.
Según datos extraídos de los últimos estudios realizados por
el Instituto de la Mujer, el viejo modelo de fémina dedicada
en exclusiva a las tareas del hogar se encuentra
afortunadamente en vías de extinción.
Puesto que ya están incorporadas al mercado laboral, dejemos
que esa “dirección emocional” tan valorada, por desgracia
más en el mercado laboral privado, acceda y sea ejercida por
personas con las cualidades a las que se les atribuye....
simplemente por tenerlas y demostrarlas en igualdad de
condiciones en cuanto a ambos sexos.
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