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sociedad - DOMINGO, 5 DE SEPTIEMBRE DE 2010


La Legión se fundó en Ceuta en 1920. e.p.

Reportaje / Polémica
 

El chapiri es a la Legión
como la Legión al Ejército

La polémica de la semana ha estado relacionada con las intenciones de
Defensa de eliminar el gorrillo legionario,
que data desde los tiempos de su fundación
 

CEUTA
J. Losan

ceuta
@elpueblodeceuta.com

En los últimos días se tuvo conocimiento de las intenciones de Defensa referentes a cambiar el tradicional chapiri de los legionarios por una boina de color granate. Este cambio se iniciaría en las misiones humanitarias donde participaran tropas de la Legión en el año 2011 y luego, paulatinamente, en la totalidad de las unidades.

El revuelo fue instantáneo. Numerosos columnistas dedicaron su espacio en la prensa nacional y en los blogs de Internet en defensa del gorro legionario, que data de los tiempos de la fundación de este Cuerpo, en el año 1920.

Se trata de una prenda legionaria por exelencia conocida coloquialmente como Chapiri e inspirada en los antiguos gorros “isabelinos” (gorros de cuartel usados por las tropas de Isabel II) en el siglo XIX.

En relación con este típico gorrillo legionario veamos lo que el propio fundador de la Legión, Millán Astray, decía sobre él: “El gorro es el clásico y castizo que usaron los militares españoles luengos años. Tiene un especial atractivo, es gracioso, airoso y muy marcial. Es, desde luego, infinitamente más estético que los botones circulares: Es el que caracteriza a los Legionarios.”

El termino “Chapiri” es un diminutivo del galicismo CHAPEROT, que era una prenda de cabeza en forma de capucho del siglo XVIII cuya manga se podía echar sobre la espalda. El uso por las unidades montadas obligó a recoger la manga en su cantera lo que derivó años más tarde en el gorro cuartelero isabelino del siglo XIX.

Además de todo ello, la historia legionaria está llena de anécdotas y hechos heroicos relacionados con el chapiri. Uno de ellos es el de Rafael de Valenzuela, jefe de la Legión en el año 1923. Se lanzó al asalto de Tizzi Assa con el chapiri en su mano izquierda y su pistola en la mano derecha al grito de “¡A mí los valientes! ¡Viva la Legión!” al que siguió toda su plana mayor y enlaces que lograron tomar la cumbre. Sin embargo, siete balazos encontraron en su cuerpo tras la gloriosa gesta, al día siguiente del combate cuando sus legionarios lograron rescatar el cuerpo caído en combate; hecho que costó la vida de 40 de sus hombres.

Reacciones


Una de las primeras reacciones a todo este embrollo es la de la Asociación de Antiguos Legionarios, que en Ceuta cuenta con una nutrida representación.

Para su presidente, Francisco Javier Pérez Hita, “si esto llegase a ser una realidad, significaría uno de los actos de cobardía más grandes para quienes hemos vestido antes y para quienes visten ahora el uniforme legionario. El chapiri es tan identificativo de la Legión como su propio uniforme. Es algo característico. Perder un símbolo, permitir que eso ocurriese, sería un acto de cobardía”.

¿Por qué en este momento, en este lugar y por este Gobierno? “Muy sencillo, estamos copiando las actitudes políticas de los gobernantes totalitarios de nuestros países hermanos. Cada vez que hay un asunto importante que salpique a un Ministerio, se tapa con un parche mediático. En este caso, el problema del despliegue en Afganistán, que es zona de guerra, digan lo que digan. Para ello, se forma el escándalo diciendo que a la Legión le quitan el chapiri para cambiarlo por una boina roja. Se ha creado tal revuelo entre los militares que se ha olvidado cuál era el problema tres días antes, que no es otro que la penuria con la que están nuestros hombres combatiendo en Afganistán disfrazados de una ONG inventada por la ministra Chacón y el presidente Zapatero”, añadió.

Siempre es lo mismo, derivar la atención para que nadie se acuerde de los problemas reales. En este caso se ha conseguido que nadie se acuerde ya del entierro de las tres últimas víctimas la semana pasada.

“Como antiguo legionario, y representando el sentimiento de tantas personas que también fueron legionarios, creo que es una aberración. Si se hace, debería haber una masiva respuesta de todos aquellos que hemos portado el chapiri en nuestras cabezas, y tenía que ser populosa. Tenemos capacidad desde las hermandades legionarias de intentar dar un paso en la calle y plantar cara a la ministra y hacerle ver que respete las tradiciones, que son el culto al honor en las Fuerzas Armadas. Pero ese culto al honor, a la honradez y al funcionamiento, se le puede aplicar a los ministerios y en los momentos actuales los políticos actuales están carentes de valores morales y así nos luce el pelo como nos luce”, sentenció Pérez Hita.

Antecedentes


Hace un año hubo una primera orden de cambio de uniformidad. Ya, en ese momento, se reguló sobre el uso de patillas amplias, bigotes, perillas y botones desabrochados en las camisas de los legionarios.

Pérez Hita se remonta más atrás todavía. “En el año 1992, gobernando Felipe González, ya hubo un borrador de una orden ministerial en la que se intentaba quitar el chapiri de la Legión y cambiarlo por una boina roja. Pero no sólo eso, se llegó a comprar esa boina. En los almacenes de la Brigada de la Legión existieron las boinas. Esa actitud del gobierno socialista de romper uno de los símbolos más emblemáticos de la Legión, cambió cuando Felipe González descubrió a la Legión en el conflicto de los Balcanes. Metió marcha atrás en la ruptura de sus señas de identidad, que comenzarían por el chapiri y luego con la uniformidad que quienes estábamos activos en esos años podemos recordar cómo se metieron también con las barbas, las patillas, que no se fuera desabrochado… Tres cuartos de lo mismo está pasando ahora, no se permiten las patillas, los bigotes por debajo de las comisuras de los labios, las perillas… se pierde ya un poco de la imagen del legionario. El segundo escalón era el chapiri, por ahí van los tiros”.

El Jefe del Ejército de Tierra, general Fulgencio Coll, ha difundido recientemente una serie de decisiones en esta materia, con las que trata de simplificar la normativa vigente y adaptarla a los avatares de las unidades, la realidad social, a los usos y situaciones.

Como hasta ahora, no se exigirá la gabardina, y se autoriza el uso del chaquetón mimetizado y guantes de combate en formaciones con uniforme de Diario, cuando las condiciones meteorológicas lo aconsejen.

También se suprime el uso de manguitos de color en la guerrera de los uniformes de diario y trabajo. Con este último sólo se utilizará la boina como prenda de cabeza, excepto la Legión, en el que se mantiene el “chapiri”, (uniforme de trabajo II con chapiri) y la AGM con su uniforme de trabajo gris con gorro de igual color. Además, y como en el caso anterior, con la uniformidad de diario con manga corta se utilizará exclusivamente boina o prendas específicas, como el chapiri en el caso de la Legión. Tampoco se utilizará el distintivo de destino en esta uniformidad, ni esta se vestirá cuando se participe en actos en los que a los civiles se exija traje oscuro.

Para el personal femenino será potestativo el uso de pantalón o falda con las uniformidades de Diario y Trabajo, utilizando en cada caso zapatos negros bajos o de tacón, según corresponda.

La nota de Defensa se emitió en la tarde del jueves, dos de septiembre, aunque no ha terminado de tranquilizar los ánimos de las personas preocupadas por la Legión.
 

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