En los últimos días se tuvo conocimiento de las intenciones
de Defensa referentes a cambiar el tradicional chapiri de
los legionarios por una boina de color granate. Este cambio
se iniciaría en las misiones humanitarias donde participaran
tropas de la Legión en el año 2011 y luego, paulatinamente,
en la totalidad de las unidades.
El revuelo fue instantáneo. Numerosos columnistas dedicaron
su espacio en la prensa nacional y en los blogs de Internet
en defensa del gorro legionario, que data de los tiempos de
la fundación de este Cuerpo, en el año 1920.
Se trata de una prenda legionaria por exelencia conocida
coloquialmente como Chapiri e inspirada en los antiguos
gorros “isabelinos” (gorros de cuartel usados por las tropas
de Isabel II) en el siglo XIX.
En relación con este típico gorrillo legionario veamos lo
que el propio fundador de la Legión, Millán Astray, decía
sobre él: “El gorro es el clásico y castizo que usaron los
militares españoles luengos años. Tiene un especial
atractivo, es gracioso, airoso y muy marcial. Es, desde
luego, infinitamente más estético que los botones
circulares: Es el que caracteriza a los Legionarios.”
El termino “Chapiri” es un diminutivo del galicismo CHAPEROT,
que era una prenda de cabeza en forma de capucho del siglo
XVIII cuya manga se podía echar sobre la espalda. El uso por
las unidades montadas obligó a recoger la manga en su
cantera lo que derivó años más tarde en el gorro cuartelero
isabelino del siglo XIX.
Además de todo ello, la historia legionaria está llena de
anécdotas y hechos heroicos relacionados con el chapiri. Uno
de ellos es el de Rafael de Valenzuela, jefe de la Legión en
el año 1923. Se lanzó al asalto de Tizzi Assa con el chapiri
en su mano izquierda y su pistola en la mano derecha al
grito de “¡A mí los valientes! ¡Viva la Legión!” al que
siguió toda su plana mayor y enlaces que lograron tomar la
cumbre. Sin embargo, siete balazos encontraron en su cuerpo
tras la gloriosa gesta, al día siguiente del combate cuando
sus legionarios lograron rescatar el cuerpo caído en
combate; hecho que costó la vida de 40 de sus hombres.
Reacciones
Una de las primeras reacciones a todo este embrollo es la de
la Asociación de Antiguos Legionarios, que en Ceuta cuenta
con una nutrida representación.
Para su presidente, Francisco Javier Pérez Hita, “si esto
llegase a ser una realidad, significaría uno de los actos de
cobardía más grandes para quienes hemos vestido antes y para
quienes visten ahora el uniforme legionario. El chapiri es
tan identificativo de la Legión como su propio uniforme. Es
algo característico. Perder un símbolo, permitir que eso
ocurriese, sería un acto de cobardía”.
¿Por qué en este momento, en este lugar y por este Gobierno?
“Muy sencillo, estamos copiando las actitudes políticas de
los gobernantes totalitarios de nuestros países hermanos.
Cada vez que hay un asunto importante que salpique a un
Ministerio, se tapa con un parche mediático. En este caso,
el problema del despliegue en Afganistán, que es zona de
guerra, digan lo que digan. Para ello, se forma el escándalo
diciendo que a la Legión le quitan el chapiri para cambiarlo
por una boina roja. Se ha creado tal revuelo entre los
militares que se ha olvidado cuál era el problema tres días
antes, que no es otro que la penuria con la que están
nuestros hombres combatiendo en Afganistán disfrazados de
una ONG inventada por la ministra Chacón y el presidente
Zapatero”, añadió.
Siempre es lo mismo, derivar la atención para que nadie se
acuerde de los problemas reales. En este caso se ha
conseguido que nadie se acuerde ya del entierro de las tres
últimas víctimas la semana pasada.
“Como antiguo legionario, y representando el sentimiento de
tantas personas que también fueron legionarios, creo que es
una aberración. Si se hace, debería haber una masiva
respuesta de todos aquellos que hemos portado el chapiri en
nuestras cabezas, y tenía que ser populosa. Tenemos
capacidad desde las hermandades legionarias de intentar dar
un paso en la calle y plantar cara a la ministra y hacerle
ver que respete las tradiciones, que son el culto al honor
en las Fuerzas Armadas. Pero ese culto al honor, a la
honradez y al funcionamiento, se le puede aplicar a los
ministerios y en los momentos actuales los políticos
actuales están carentes de valores morales y así nos luce el
pelo como nos luce”, sentenció Pérez Hita.
Antecedentes
Hace un año hubo una primera orden de cambio de uniformidad.
Ya, en ese momento, se reguló sobre el uso de patillas
amplias, bigotes, perillas y botones desabrochados en las
camisas de los legionarios.
Pérez Hita se remonta más atrás todavía. “En el año 1992,
gobernando Felipe González, ya hubo un borrador de una orden
ministerial en la que se intentaba quitar el chapiri de la
Legión y cambiarlo por una boina roja. Pero no sólo eso, se
llegó a comprar esa boina. En los almacenes de la Brigada de
la Legión existieron las boinas. Esa actitud del gobierno
socialista de romper uno de los símbolos más emblemáticos de
la Legión, cambió cuando Felipe González descubrió a la
Legión en el conflicto de los Balcanes. Metió marcha atrás
en la ruptura de sus señas de identidad, que comenzarían por
el chapiri y luego con la uniformidad que quienes estábamos
activos en esos años podemos recordar cómo se metieron
también con las barbas, las patillas, que no se fuera
desabrochado… Tres cuartos de lo mismo está pasando ahora,
no se permiten las patillas, los bigotes por debajo de las
comisuras de los labios, las perillas… se pierde ya un poco
de la imagen del legionario. El segundo escalón era el
chapiri, por ahí van los tiros”.
El Jefe del Ejército de Tierra, general Fulgencio Coll, ha
difundido recientemente una serie de decisiones en esta
materia, con las que trata de simplificar la normativa
vigente y adaptarla a los avatares de las unidades, la
realidad social, a los usos y situaciones.
Como hasta ahora, no se exigirá la gabardina, y se autoriza
el uso del chaquetón mimetizado y guantes de combate en
formaciones con uniforme de Diario, cuando las condiciones
meteorológicas lo aconsejen.
También se suprime el uso de manguitos de color en la
guerrera de los uniformes de diario y trabajo. Con este
último sólo se utilizará la boina como prenda de cabeza,
excepto la Legión, en el que se mantiene el “chapiri”,
(uniforme de trabajo II con chapiri) y la AGM con su
uniforme de trabajo gris con gorro de igual color. Además, y
como en el caso anterior, con la uniformidad de diario con
manga corta se utilizará exclusivamente boina o prendas
específicas, como el chapiri en el caso de la Legión.
Tampoco se utilizará el distintivo de destino en esta
uniformidad, ni esta se vestirá cuando se participe en actos
en los que a los civiles se exija traje oscuro.
Para el personal femenino será potestativo el uso de
pantalón o falda con las uniformidades de Diario y Trabajo,
utilizando en cada caso zapatos negros bajos o de tacón,
según corresponda.
La nota de Defensa se emitió en la tarde del jueves, dos de
septiembre, aunque no ha terminado de tranquilizar los
ánimos de las personas preocupadas por la Legión.
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