Veo en nuestro periódico, El
Pueblo de Ceuta, edición del pasado día dos de septiembre,
día de la Ciudad de Ceuta, que la Ciudad invierte unos
30.000€ cada vez que se limpian los vertederos ilegales.
Cada vez.
Esto significa 5.000.000 del ala de las antiguas pesetas que
ocasionan de gastos aquellos para los que el orden, en
cuestión de las basuras, no existe.
Y uno quisiera pensar que eso sucede una vez nada más pero
ese “cada vez”, que he remarcado, implica, que ni ha sido
una sola, ni va a ser la última vez que haya que poner en
orden unos terrenos en los que, cada uno puede hacer lo que
quiera, y en los que objetos que no sirven se dejan
abandonados para que otros vengan a recogerlos. Así está
siendo.
Es incomprensible, pero el mundo en el que vivimos, en Ceuta
también, en el que presumimos de casi todo, de lo que no se
puede presumir es de saber cuidar el medio ambiente.
Las fotos que el buen reportaje de Paula Zumeta nos aporta,
ponen al descubierto el descuido y el poco tacto, por no
utilizar otro tipo de expresión, que tienen algunos
ciudadanos que, posiblemente, luego son los que más
reclamaciones hacen sobre otros asuntos.
Y es que coches “arrugados”, restos de lo que fueron
lavadoras, frigoríficos inservibles y otra serie de objetos,
especialmente electrodomésticos no válidos, son el soporte
de esas zonas en las que cabe todo, pero todo lo que sólo
sirve para destrozar el medio ambiente.
Y lo malo de todo esto es que parece que en Medio Ambiente,
en la Consejería, se ve como un logro el que en un año se
hayan reducido estos vertederos de 14 a 9, al haber entrado
en acción tanto esta Consejería, como la Viceconsejería de
Equipamiento Urbano.
Esta apreciación será buena o mala según se mire y es que si
en un año se ha logrado reducir eso, aquí está lo bueno,
mejor habría sido que no se hubiera llegado a tal extremo y
en vez de dejaciones se hubieran tomado esas medidas antes,
el no haberlas tomado representaría lo malo del asunto.
Y los “productos” que se llevan la palma son los restos de
vehículos, especialmente las baterías de los coches, trozos
de chapas o ruedas desgarradas, junto a los ya citados
restos de electrodomésticos inservibles.
Para las brigadas de limpieza, los principales problemas
están, precisamente, en los coches abandonados en estos
vertederos, aunque hay que resaltar que el interés que se ha
puesto últimamente ha llevado a conocer mejor las zonas en
las que se abandonan los restos de todo lo que no sirve para
nada.
Es más, ya con todo lo hecho, se conocen mucho mejor esas
zonas, como son Príncipe Alfonso, Loma Colmenar, Huerta
Téllez, zonas que “se están cerrando” cada vez más, para
evitar que se extiendan en el futuro y que otras partes de
la propia ciudad no entren en este círculo.
Es de suponer que, a partir de ahora, entrará en función,
pero de verdad, la aplicación de la Ley de Residuos, en vez
de la ordenanza municipal, con lo que se llevarán a cabo
sanciones mucho más severas y con ellas se completarán el
trabajo por parte de Medio Ambiente.
No nos explicamos por qué no se utilizó la Ley de Residuos
en vez de la ordenanza, pero así es Ceuta y con ello esos
gastos extra.
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