Los ceutíes Matilda Toldo y Antonio García fueron
homenajeados ayer en el Centro Social del Mayor, dependiente
del IMSERSO, por su implicación y activa participación
dentro del organismo durante más de quince años. El delegado
del Gobierno, José Fernández Chacón, presidió el acto
conmemorativo.
Centenares de ceutíes se dieron ayer cita en el Centro
Social del Mayor para festejar el Día de la Autonomía de la
Ciudad, y sellar con fotografías e imágenes filmadas, el
homenaje que recibieron dos de sus miembros por la labor
activa y desinteresada que durante años habían ejercido en
dicho centro.
Matilda Toldo y Antonio García, por su participación e
implicación en las actividades, eventos y prácticas del
centro dependiente del IMSERSO, fueron reconocidos
públicamente en un acto “sencillo” aunque a la par de
emotivo, y que contó con la presencia del secretario general
del PSOE en Ceuta, José Antonio Carracao, y el delegado del
Gobierno, José Fernández Chacón, que pese a su apretada
agenda por la jornada de ayer, tuvo tiempo de disfrutar de
algunas palabras con los mayores ceutíes.
Bailes, sonrisas y recuerdos se dieron la mano durante el
homenaje a estos ceutíes que durante más de 15 años han
promovido e intervenido en diversas iniciativas que desde el
Centro Social se han llevado a cabo. “Han pasado muchos
años, muchos días y muchas horas con nosotros, y por eso,
muchas gracias por hacernos partícipes de sus vidas, siendo
esta su segunda casa y su segunda familia”, advirtió una de
las portavoces de la entidad.
Emocionados, un poco nerviosos pero muy entusiasmados, se
mostraron los dos homenajeados, que casi no alcanzaron a
hacer declaraciones por el estado de sobresalto en el que se
encontraban. “No me lo esperaba y sigo nerviosa porque hasta
última hora no me enteré. Hacemos muchas cosas, y después de
pasear, venimos todas las tardes. Hacemos lámparas,
manualidades, cosemos y lavamos. Tengo 88 años y cuando
vinimos por primera vez mi marido y yo, teníamos el número
13, así que ha pasado mucho tiempo”, relató Matilda Toldo.
Un poco más conmocionado se mostró Antonio García, al que
las lágrimas de alegría retrataron. “Soy uno de los más
antiguos de aquí, ni me acuerdo qué número de inscripción
figura, pero seguro que más de 15 años. Vengo aquí a jugar
al villar, a las cartas, comparto el rato con los amigos y
todos los días tengo la cita asegurada”.
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