Ciudadanos hartos de ver ocupadas sus calles y alterada su
tranquilidad por los ruidos y una Delegación del Gobierno
que mantiene la postura de que los trámites de la ley de
Extranjería no se van a acortar por mucho que los
inmigrantes protesten. Este es el panorama que desde el
pasado jueves se vive en la ciudad tras lanzarse a las
calles un grupo de subsaharianos que se quejan de su larga
permanencia en el Centro de Estancia Temporal. Mientras, en
el CETI no hay constancia de altercados.
La situación que se vive en las calles de la ciudad autónoma
desde que el pasado viernes un grupo de subsaharianos
decidiera lanzarse a la calle es tensa. Por un lado, los
ciudadanos de las zonas más afectadas, entre ellas, la plaza
de los Reyes, se quejan de los ruidos, algunos de ellos a
altas horas de la noche o apenas amanece, y de la ocupación
de los espacios públicos por parte de estos inmigrantes.
Por otro lado, la Delegación del Gobierno, que mantiene como
interlocutor de los manifestantes al Cuerpo Nacional de
Policía (CNP) reitera que por mucho que protesten los
trámites de la Ley de Extranjería no se van a acortar.
Tampoco se les va a permitir su salida a la Península en
aplicación de las leyes europeas, en concreto del Tratado
Schengen, que obliga a mantener el control en las fronteras
tanto terrestre como marítima de Ceuta y Melilla para la
entrada en este espacio.
Calma en el CETI
En su deambular por las calles los protagonistas de las
protestas, que han visto algo mermadas sus filas en relación
con el primer día de manifestación, están vigilados por una
dotación de la Policía Nacional. Según señalaron a EL PUEBLO
desde este Cuerpo, en el Centro de Estancia Temporal (CETI)
se mantiene la calma habitual, sin que se hayan registrado
hasta el momento avisos a la Policía por ningún tipo de
altercado.
Por su parte, el presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas,
aseguró ayer a este diario que sigue de cerca el conflicto
en contacto permanente con la Delegación del Gobierno porque
es una cuestión, afirmó, que preocupa al Gobierno “desde el
punto de vista del impacto que está teniendo en la
ciudadanía”.
Para Vivas, este es un problema que deriva de la condición
de Ceuta, junto con Melilla, de “frontera de España y de
Europa en el continente africano”, y en cuanto a su
solución, señaló que “estas alteraciones del orden público y
de la tranquilidad ciudadana son lamentables” y que es algo
que desde el Ejecutivo local se quiere trasladar “a la
conciencia de las personas que las están llevando a cabo”.
“Ceuta es un pueblo solidario y acogedor que no se hace
merecedor de estas alteraciones”, abundó el presidente, que
desea que esta situación “acabe cuanto antes”.
Por último, Vivas ha hecho saber a los responsables de la
Delegación que “cualquier decisión que se adopte por su
parte va a encontrar el total respaldo del Gobierno de la
Ciudad, cuando también somos conscientes de que las medidas
no son fáciles”.
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