En el diario El Pueblo de Ceuta del día 25 de agosto, se
publica una noticia sobre un informe realizado por los
biólogos de OBIMASA, por el cual no consideran al Azud del
Arroyo del Infierno con riqueza faunística o florística
suficiente para declararlo espacio protegido, ni que tenga
una importancia sublime para optar por esta declaración,
argumentaciones que han sido rebatidas convenientemente por
la Sociedad de Estudios Ornitológicos de Ceuta, publicadas
en este mismo diario el día 29 de agosto, que comparto
plenamente y a las que apoyo expresamente.
Pero la afirmación de que “a los ecologistas les interesa
esta zona por la comunidad de anillamiento de aves”, aunque
también ha sido rebatida conveniente, me siento aludido
directamente, por ser yo uno de los anilladores que mas ha
participado en los estudios en dicha zona, y por lo tanto me
siento en la necesidad de expresar mi contrariedad por dicha
afirmación y rechazarla de pleno.
Está claro que el lugar, “charca” como lo denominan no sé si
despectivamente, no reúne los criterios ornitológicos para
catalogarlo como espacio protegido a nivel nacional o
internacional, compararlo con Doñana me parece un
despropósito, pero se olvidan, intencionadamente o no, que
Ceuta tiene sólo 19 km. cuadrados, y que este pequeño
enclave es una “singularidad” en el marco de su territorio,
y es esta singularidad, contemplada en la Ley de
Conservación de los Espacios Naturales la que debe llevar a
su protección. Y si no es singular que me digan ¿en que otro
lugar de Ceuta se reproducen regularmente la Gallineta
Común, el Carricero Común o el Ruiseñor Bastardo?, ¿en que
en otro lugar de Ceuta se ha reproducido el Martinete?, ¿en
que otro lugar de Ceuta ha habido un intento de reproducción
(malogrado por cierto a consecuencia de unos trabajos) del
Zampullín Común?, ¿en que otro lugar de Ceuta ha habido un
intento de reproducción (malogrado también a consecuencia de
una evacuación de agua) de la Garza Real?, ¿en que otro
lugar de Ceuta se sedimentan regularmente o de forma
ocasional hasta catorce especies ligadas a zonas húmedas,
dos de ellas catalogadas “en peligro” en el Catálogo
Nacional de Especies Amenazadas y el resto catalogadas como
“de interés especial”?... O visto de otra manera, de
desaparecer las mínimas actuales condiciones del Azud del
Infierno ¿a que lugar de la Península o de Marruecos tiene
que desplazarse un ceutí para permitirse el disfrute de
contemplar de forma natural a la Gallineta Común?,¿y al
Zampullín?,¿y al Martín Pescador? ¿y al Avetorillo?...Si hay
otro lugar en Ceuta que lo digan que será muy interesante, y
si no que acepten lo evidente.
En el Azud del Infierno llevo realizando actividades de
anillamiento (junto con mis compañeros del grupo CHAGRA)
desde el año 1993, hace 17 años, y no ha hecho falta que el
espacio esté protegido para poder realizar nuestros
estudios, otra razón de más para oponerme a la afirmación
gratuita que han realizado. Evidentemente si queremos
estudiar al Carricerin Real o al Martín Pescador hay que
buscarlo en el Azud del Infierno, no vamos a buscarlo en
García Aldabe porque difícilmente lo vamos a encontrar, de
igual forma que si queremos estudiar al Colirrojo Tizón o a
la Tarabilla Norteña durante las migraciones no iremos a
buscarlo al Azud, sino que lo buscaremos en el Monte Hacho.
No se protegen los lugares para estudiar especies, sino al
contrario, se estudian las especies allí donde se
encuentran, y en ocasiones ocurre, como esta que nos ocupa,
que se llega a la conclusión de que un espacio es
conveniente protegerlo.
En estos 17 años hemos visto como se realizan agresiones
contra el medio y molestias innecesarias a las aves, como
han sido los trabajos de mantenimiento en época de
reproducción (que malograron la reproducción de una pareja
de Zampullín), drásticas fluctuaciones de nivel en época de
reproducción (una de ellas malogró un nido de Garza Real),
niños que se bañan en el azud, barcos teledirigidos,
introducción de especies exóticas como cangrejos, peces y
galápagos... agresiones y molestias todas que se podrían
evitar con la debida protección, además de que el lugar se
podría mejorar manifiestamente eliminando especies exóticas,
animales y plantas, y sustituyendo estas últimas por otras
propias de estos sistemas.
Así que concluyo, no se extrañen para nada que las
asociaciones ecologistas se dirijan al señor presidente de
la ciudad autónoma en demanda de la información y atención
que no les presta la Consejería de Medio Ambiente.
* Anillador experto perteneciente al grupo de anillamiento
científico de Aves CHAGRA
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