Hay que ver el enrome juego que le
ha dado a algunos la guerra de Irak. Esa guerra a la que
llegamos cuando había terminado, enviando un barco hospital
en el que se curraron a muchos heridos. Pero el asunto, para
ser criticado de manera feroz, estaba en que a la guerra
había enviado Aznar a ese barco hospital, además de poner
los píes en lo alto de una mesa acompañando al presidente de
la Nación más poderosa del mundo mundial. Y eso de enviar a
la guerra, cuando esta había terminado, un barco hospital no
era de recibo porque, por culpa de ese envío, nos iban a
caer todos los males del mundo.
Algo que hizo levantar una campaña contra Aznar y contra esa
guerra a la que no había derecho. En esa campaña
intervinieron los cómicos con el lema y el letrerito en la
solapa de “NO a la guerra”. Mostrando, de esa forma, su
rechazo a Aznar y a esa guerra.
Además de los cómicos en cuestión, se sumaron algunos que
otros presentadores de televisión que, día sí y día también,
con el letrerito en la solapa de “NO a la guerra” le daban
caña al gobierno presidido por Aznar y a esa infame guerra.
Una guerra a la calificaban de ilegal.
Uno en su ignorancia se pregunta, es qué hay alguna guerra
legal. Soy totalmente contrario a cualquier guerra. Las
guerras no deberían existir. No encuentro explicación alguna
para que una guerra, sólo sea una enorme perdida de vidas
humanas. Algunas de esas vidas que se pierden sin saber por
qué han ido a esa guerra
De la misma manera que pienso que cuando se está contra la
guerra, se está contra todas las guerras. No con una sí y
con otras no, dependiendo de quién o quiénes sean los que
han enviado nuestras tropas a ellas.
No hay que criticar, como se está haciendo, a los cómicos
por no aparecer con sus letreritos en la solapa, bajo el
lema de “NO a la guerra”. No hay que criticarlos, no señor.
Ellos consideran que esa guerra es una guerra legal. Y,
además, todo hay que decirlo, en Afganistán no hay guerra,
allí le tiran a nuestros soldaos bombones, caramelos y
peladillas.
Y ustedes comprenderán que tirándole, a las tropas
españolas, bombones, caramelos y peladillas, eso no es una
guerra, es algo como muy divertido. Así que, teniendo ese
convencimiento, no van a pedirle ustedes a los cómicos, y a
los que no son tan cómicos, pero lo suyo es de comedia
barata, que se vuelvan a poner el letrerito, en la solapa,
con el lema de “NO a la guerra”.
Por favor, un respeto para estos grandes cómicos y a los que
no son tan cómicos, sino que sus vidas sonde pura comedia,
porque ellos si no salen con el cartelito en la solapa de
“NO a la guerra” es, por la sencilla razón, que allí no hay
ninguna guerra.
Vamos, tengo la completa seguridad de que si, en Afganistán,
hubiese una guerra, ya habrían salido todos esos cómico y
los otros “cómicos”, mostrando su rechazo, a la misma, con
su cartelito en la solapa. Menudo son los cómicos, en estos
asuntos. Ellos siempre mostrando su independencia de
cualquier partido político. Jamás inclinaran la balanza, con
sus manifestaciones, hacia uno u otro lado. ¡Que falsos e
hipócritas sois!
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