La ciudad autónoma de Ceuta, a la que el PSOE propone como
plataforma idónea para constatar sobre el terreno la
viabilidad del vehículo eléctrico, no deja de ver cómo le
surgen competidores en esa carrera.
Las administraciones baleares quieren convertir las islas en
un territorio pionero para su implantación gracias “a su
limitado territorio y al potencial turístico”, casi los
mismos argumentos con los que los socialistas ceutíes han
pedido al Ministerio de Industria que estudie la
‘candidatura ceutí’. A principios de julio, el presidente
del Govern, Francesc Antich, anunció que quería al menos
7.500 vehículos entre eléctricos e híbridos circulando en
las islas para el 2015.
A la espera de que se concrete la anunciada visita de una
delegación del Instituto para la Diversificación y Ahorro de
la Energía (IDAE) a Ceuta la ciudad autónoma ha dado hasta
ahora pocos pasos más, ninguno a nivel oficial, para
posicionarse mejor aunque sí tiene un concesionario adherido
al Plan Movele para la introducción hasta final de año
dentro de entornos urbanos de 2.000 vehículos eléctricos.
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