Tome nota: si padece un exceso de cansancio, falta de
apetito y concentración, irritabilidad, ansiedad, tristeza,
o pasotismo en estos días de regreso a la rutina, no se
preocupe, que lo único que está experimentando es el famoso
síndrome postvacacional. Y no se alerta, que hay muchos
remedios para combatirlo y, en su mayoría, son caseros.
Casi un 50% de los españoles padecerá estos signos que se
traducen en un estado de malestar genérico en el individuo
debido a su incapacidad de adaptación al trabajo tras
finalizar el periodo vacacional. De ahí que, profesionales
de larga trayectoria en la ciudad en los campos de la
Psicología y la Farmacología diagnostiquen que casi un 35%
de los adultos ceutíes sufrirá este síndrome y que incluso
un 10% de los niños en edades cortas soportará estas
adaptaciones al despertador que tanto cuestan. “Los síntomas
son claros y producen desequilibrios tanto físicos como
psíquicos en los individuos. Pero sólo se trata de un
trastorno transitorio que puede desaparecer en cuestión de
días y, como mucho en dos semanas después de la
incorporación a la jornada laboral”, aclaraba la psicóloga
ceutí, María Cristina Querol.
Trastornos del ánimo, insomnio, dolores musculares o
ansiedad pueden desembocar en fatigas y problemas
estomacales aunque “no se deben confundir estos cuadros con
las depresiones”, apuntaba la profesional.
Remedios caseros
Ni terapias individuales ni de grupo. Para combatir el
síndrome postvacacional simplemente se debe hacer caso a los
consejos que los expertos en materia sanitaria recomiendan.
Todos ellos, como método de prevención sugieren el evitar un
periodo vacacional de larga y duración, eso sí, siempre y
cuando el puesto de trabajo lo permita. “Cuando te marchas
un mes, es más probable que al regresar tengas el síntoma,
por ello siempre se recomienda dividir los descansos. Y
además, volver a casa un par de días antes de comenzar, para
mentalizarte, acostumbrarte a los nuevos horarios de sueño y
comidas, y planificar una vuelta progresiva, sin agobios”,
advertía Querol.
Atrás quedarán los días de descanso, las fotos frente al mar
y los recuerdos veraniegos: la rutina habrá vuelto para
quedarse, al menos, durante unos meses. Y es que el ritmo
diario de la sociedad actual, con altos niveles de estrés y
ruidos, también son parámetros de estudio en el análisis
psicológico. “Hace veinte años seguía existiendo, pero la
realidad es que ahora nuestras vidas se han acostumbrado al
motor y por ello, los porcentajes tan elevados de personas
que sufren este síntoma”, alertaba.
Medicinas naturales curativas
Vitaminas, jalea real, ‘ginseng’, orlistat, doxilamina o
difenhidramina son algunos de los componentes naturales que,
bajo el formato de las grandes industrias farmaceúticas,
cobran especial protagonismo estos días donde la caída de la
hoja se va apresurando. Infusiones y cápsulas para el
insomnio, la fatiga, el agotamiento o el estrés también se
utilizan para luchas contra el síndrome postvacacional. De
ahí que los farmaceúticos ceutíes den cuenta del estado en
el que llegan los clientes cuando regresan del descanso. “Se
les nota porque vienen pidiendo todo tipo de productos
creyendo que ya están enfermos y que la culpa es del
trabajo. Pero es cierto que, en cuestión de días, llega la
calma”, concretó la farmaceútica ceutí, María Dolores Ruíz.
Problemas en el trabajo
No se clasifican, dicen los psicólogos, profesiones más
débiles a este trastorno aunque si diagnostican que las
personas más propensas a sufrirlo son aquellas que ya tenían
problemas en el trabajo o en su rutina diaria y que, al
volver a su realidad, tienen que enfrentarse de nuevo a
ellos. Por ello, los mejores consejos que se pueden anotar
son: “el diálogo con los compañeros, mayor comunicación con
los superiores y la organización”, recomendaba Querol.
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