Julio Gómez Jiménez de 51 años, que trabaja en los
Servicios Tibutarios de Ceuta, publicó el pasado mes de
junio su primer libro ‘La letra con sangre entra.
Campillos’. Este relato es un viaje al pasado que hace
referencia a la juventud que vivió en régimen de interno en
el colegio malagueño ‘San José de Campillos’ en los años
1973, 74 y 75. Gracias a la salida que se le ha dado a este
libro, el autor local ha podido contactar después de varias
décadas con muchos de sus compañeros que compartieron
alegrías y penas en aquel internado malagueño. El aliciente
de que en la red social ‘Facebook’ se creara una página para
aquellos alumnos que estuvieron allí fue la publicación del
relato.
Pregunta.- ¿Por qué empezó a escribir?
Respuesta.- Empecé a los quince años, pero siempre he tenido
mucho respeto a la literatura, hasta que mi amigo ‘Tete’,
que es escritor también, me animó a escribir y publicar.
P.- ¿De dónde surge el libro ‘La letra con sangre entra.
Campillos’?
R.- Este libro surge de un viaje que hice al colegio de
‘Campillos’, donde estuve interno. A partir de ese momento y
decidí reflejarlo por escrito. Esto es un testimonio de
aquellos niños que estudiamos allí en los años 70. Es algo
que no volverá, cosas que pasaron que no se repetirán. Era
una dictadura dentro de una dictadura y de otra más.
P.- ¿El relato está en primera persona o tiene tintes
ficticios?
R.- Mi libro es un testimonio personal, desde el inicio
hasta el final es todo verdad, auténtico, no hay nada
ficticio y los personajes son reales. El prólogo lo han
realizado tres personas que estuvieron en el colegio: un
catedrático que estuvo también interno y dos compañeros más,
un médico y otro de aquí que hizo la diplomatura de
magisterio.
P.- ¿Ha contacto con todas las personas que han estado
allí para escribir el libro?
R.- La verdad es que no. Este libro nació porque vi que era
imposible contactar con alguien, me costó mucho trabajo. En
internet, cuando decidí escribir el libro, tampoco encontré
nada relacionado con el colegio de aquella época. Me puse en
contacto con el internado actual y el secretario me informó
de que en el traslado se traspapelaron documentos de los
años 70. Escribí el libro con las pocas fotos y recuerdos
que tenía.
P.- ¿Usted cree que ha tenido repercusión ?
R.- Cuando se publicó el libro nació en la red social de
‘Facebook’ una página para aquellos alumnos que estuvieron
en ‘Campillos’ en régimen de interno. Gracias a esto, hay
una gran quedada el uno de octubre en el mismo centro. Este
libro ha sido un gran paso para reencontrarnos todos los
compañeros.
P.- ¿Cuántos ejemplares se han vendido de su primer
libro?
R.- Se han vendido trescientos ejemplares. La mayoría de las
ventas que se han realizado ha sido en la península a través
de correspondencia, por teléfono e internet.
P.- ¿Cree usted que la Ciudad apoya a los escritores
locales?
R.- A mí no me ha apoyado. De hecho tampoco tuve la suerte.
Cuando ‘Tete’ y yo presentamos nuestros sendos libros en el
Parque invitamos a todos, pero no asistieron sólo vino
Cristina del Ayuntamiento de la ciudad, esperaba que
vinieran más. Fui a pedir ayuda para un libro de la feria,
sería por los días de las fiestas patronales pero no me
ayudaron, pero espero recibirla porque es un proyecto muy
costoso.
P.- ¿Qué objetivos quería cumplir con esta publicación?
R.- El libro ha cumplido todos los objetivos que yo tenía
esperanza de cumplir. Uno de ellos se ha cumplido hace unos
días, que era el último que me quedaba: mi gran amigo
Roberto del internado, que gracias al libro he podido
contactar con él.
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