Más de 34.000 euros ha costado a las arcas públicas los
atentados vandálicos contra los contenedores de basura.
Según datos aportados por la Consejería de Medio Ambiente y
Equipamientos Urbanos, durante los primeros ocho meses de
2010 se rompieron o quemaron 183 contenedores en el conjunto
de la ciudad. La mayoría de los atentados fueron incendios
perpetrados contra contenedores con una capacidad para 800
litros, valorado cada uno de ellos en 160 euros.
El vandalismo que se ceba cada día con los contenedores de
basura tiene un coste fácilmente cuantificable: 34.040 euros
ha debido desembolsar el erario público en lo que va de año
como consecuencia de estas conductas.
Según informaron desde la Consejería de Medio Ambiente, de
enero a agosto del presente año se han destrozado un total
de 183 contenedores, con el coste ya apuntado para las arcas
públicas. Estos recipientes para depositar residuos sólidos
urbanos son provistos por la empresa Contenur.
Desglosados por volumen, forma de atentado y coste de la
fechoría, en los primeros ocho meses del año se han roto
como consecuencia de actos vandálicos 61 contenedores de 800
litros, cada uno por valor de 160 euros, lo que arroja un
desembolso de 9.760 euros.
Quemados han resultado en el mismo periodo 108 contenedores
de idénticas dimensiones y precio, con un coste global de
17.260 euros.
Además, el vandalismo rompió también un contenedor 2.400
litros, valorado en 500 euros. Con idéntico volumen y precio
se quemaron otros 13 contenedores, lo que arroja un coste
adicional de 6.500 euros.
Lo peor es que estas tropelías han llegado a ser asumidas
como cotidianas por el servicio de bomberos y que nadie
responde por el coste económico que suponen.
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