Dentro del programa de actividades de Museos de Ceuta, se ha
desarrollado una muy peculiar e interesante para los niños
entre 8 y 12 años. Se trata del ‘Taller de iniciación al
óleo’ que imparte la pintora Sonsoles de Oteiza. Este curso
se enmarca en el conjunto de actividades que se están
realizando durante este verano y que tienen como finalidad y
objetivos principales la comunicación, contemplación y
educación encomendados al museo. Así, desde el pasado día 17
de agosto, la Basílica Tardorromana acoge este curso
impartido por Oteiza que finalizará mañana. El horario es de
11:30 horas a 13:30 horas.
La pintora ceutí destacó que la mayoría de los niños
participantes no tenían nociones de la técnica del óleo: “La
mayoría de ellos no lo habían tocado nunca y todo es nuevo.
Se empieza con la mezcla de colores. En primer lugar, se ha
trabajado con los primarios, como se utilizaban antiguamente
y después ya se dio un poco de teoría”. Esa fue la actividad
en la que los “15 niños y niñas” trabajaron durante el
primer día. Ya en la segunda jornada de clases, los pequeños
“pintaron un bodegón. Se les puso el mismo motivo y cada
uno, desde el punto de vista que desean, interpretan a su
manera. Es decir, cada uno hace lo que lleva dentro y sirve
para conocer la personalidad de cada uno de ellos. Es algo
muy interesante”, continúa De Oteiza.
Este es el segundo año en el que se lleva a cabo este
taller, aunque, como informó la profesora del curso, “en
2009 se realizó en el mes de julio”. En cuanto a la media de
edad de los niños, la pintora quiso destacar que “es una
edad en la que se les puede explicar un poco más de lo que
ya están acostumbrados” por ejemplo, en sus diferentes
centros escolares. “Están aprendiendo muy bien y el grupo es
muy bueno, disfrutan mucho y al mismo tiempo, son muy
tranquilos y trabajan muy bien”.
En esta segunda semana de trabajos, los niños han comenzado
ya ˝con la realización de un paisaje. En este caso, se están
basando en la fotografía de un paisaje hecho por un pintor”.
De Oteiza señaló que la intención de esta actividad es que
los más pequeños “vean” las diversas formas de pintar: “Es
decir, la interpretación de pinceladas y colores”. Por otra
parte, los niños demostraron unas dotes de concentración muy
buenas y algunos de ellos aseguraron que una actividad que
les gusta “mucho” y que el próximo año esperan repetir. De
Oteiza asegura que, pintores que llevan ya “mucho tiempo”
pintando, tratan de buscar un “estilo particular a causa del
entorno y los condicionantes de todo tipo. Los pintores, al
final de su vida, suelen volver a lo primitivo y parece que
no saben pintar. Es decir, cuando están saturados, vuelven a
“lo básico, a esquematizar”. El método de enseñanza de la
pintora ceutí es simple: “La forma geométrica. Cuando se
comienza a enseñar a dibujar se parten de este tipo de
formas. Es decir, cuando los niños comenzaron a dibujar el
bodegón lo que primó fue el rectángulo. Se comienzan de
formas sencillas para luego complicarlo un poco más. Eso si
se ve en la evolución de los pintores es a simplificar. Se
quitan todos los adornos y formas exteriores para volver a
lo básico”, concluye. De Oteiza realizó una valoración
“positiva” del curso y espera repetir el próximo año.
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