La Unidad de Orientación y Seguimiento de jóvenes que
abandonan prematuramente la educación y la formación, en
funcionamiento desde mayo, ya ha detectado que unos 863
ceutíes no tienen el graduado en Secundaria ni acabado el
Bachillerato. Esta herramienta de refuerzo educativo,
ubicada en la Casa de la Juventud, nace tras la alerta del
cómputo nacional; mientras que la media de abandono
prematuro en España se sitúa en el 31,9%, la ciudad autónoma
supera el dato, con un 40%.
El nivel de abandono escolar en España es de los más altos
de la Unión Europea. Es decir, el 31,9% de la población
española de entre 18 y 24 años no ha completado el nivel de
Educación Secundaria Obligatoria y no sigue ningún tipo de
formación.
Sin embargo, la alerta prevalece sobre la ciudad autónoma,
donde el porcentaje se incrementa y alcanza hasta un 40%
según las últimas cifras oficiales del Ministerio de
Educación. Concretamente, y según los casos por la Unidad de
Orientación y Seguimiento de jóvenes que abandonan
prematuramente la educación y la formación, creada en el
pasado mes de mayo y ubicada en la Casa de la Juventud, unos
863 ceutíes no tienen Bachillerato ni graduado en
Secundaria.
Desglosando la numeración, concretamente 263 adultos de
entre 18 y 24 años no han finalizado sus estudios de
Educación Secundaria mientras que otros 666, tampoco han
concluido ninguna de las ramas de Bachillerato. Y sólo 10 de
los jóvenes entrevistados por la trabajadora social,
Margarita Benito, y la educadora, Rut Cadenas, se ha
graduado en la enseñanza obligatoria. “Estas dos últimas
cifras se pueden solapar ya que en la base de datos creada y
como es evidente, aquellos que no tengan Secundaria no
pueden tener Bachillerato”, advirtieron las responsables de
esta nueva unidad, nacida bajo el marco de un convenio
suscrito entre la Ciudad Autónoma y el Ministerio de
Educación.
La misión de esta entidad será la de elaborar un registro
donde quede constancia del número de jóvenes ceutíes que han
abandonado el ámbito educativo, haciendo un seguimiento
socioeducativo de los distintos casos y fomentando la
difusión de la oferta formativa actual en Ceuta. “Hemos
recibido bastantes visitas teniendo en cuenta el poco tiempo
que llevamos trabajando. Ha funcionado el salir a la calle,
llevar propaganda a sitios de encuentro juvenil y el propio
boca a boca”, advirtió la educadora Rut Cadenas.
Por el momento, y a pesar de no haber concluido el trabajo
de campo, las expertas ya señalan posibles causas que llevan
a los ceutíes a dar la espalda a la formación. “No están
motivados, y desde el momento que tienen dinero con un
trabajo, olvidan la educación. Además, son muy importantes
los recursos educativos familiares, que son el apoyo
imprescindible para incentivar la lectura, el estudio, el
empeño”, alertaron. Cuando los jóvenes se replantean
regresar a los estudios, en Ceuta los tienen claro: “Si
deciden finalizar el Bachillerato es con vistas a una
oposición. Aunque los ciclos formativos de grado medio y
superior, son los más solicitados, por lo que el graduado es
imprescindible. Y muy pocos preguntan por los PCPI”,
confirmaron las coordinadoras del proyecto.
Durante los meses de julio y agosto, la intención de dicha
unidad era llevar a cabo un taller de apoyo educativo que,
finalmente, “se han convertido en clases particulares”.
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