El Príncipe fue ayer de nuevo escenario de un “grave y
brutal” ataque a las Fuerzas de Seguridad, en este caso, a
la Policía Nacional cuando perseguía a dos individuos que
acababan de atracar a un matrimonio a la altura del
Ambulatorio del Tarajal. A la llamada de los delincuentes,
medio centenar de vecinos salieron a apedrear a los agentes.
Hubo que llamar a toda la dotación de servicio para
defenderlos de la turba.
La Policía Nacional, en el ejercicio de su trabajo para
mantener el orden y la seguridad en la ciudad, fue objeto
ayer de un “grave y brutal” ataque por parte de un grupo de
vecinos del Príncipe que salieron a apedrear a los agentes a
la llamada de unos delincuentes.
Según relataron a EL PUEBLO fuentes policiales, los hechos
comenzaron pasadas las ocho de la tarde, cuando un
matrimonio de nacionalidad francesa fue atracado por dos
individuos cerca del ambulatorio del Tarajal.
Inmediatamente, las patrullas destinadas en la barriada del
Príncipe se personaron en el lugar. Los miembros de uno de
los zetas se quedaron con las víctimas del atraco, mientras
que otro de los vehículos policiales inició la persecución
de los sospechosos para detenerlos. Uno de ellos logró
escaparse, pero está identificado como autor de otros hechos
similares. Mientras, el otro individuo comenzó en su huida
de la policía “a llamar a gritos a la gente”. En ese
momento, entre 40 y 50 personas aparecieron del interior de
la barriada con piedras y ladrillos que lanzaron a los
agentes que estaban actuando.
La magnitud del ataque obligó a la Jefatura a movilizar a
toda la fuerza de servicio en la ciudad en ese momento para
defender a los policías, que a pesar de recibir el impacto
de las pedradas se libraron de resultar gravemente heridos
porque tienen la orden de ir ataviados en estos operativos
con chaleco y casco. Los vehículos quedaron no obstante
“machacados”.
Mediante el uso de material antidisturbio, la Policía logró
repeler el ataque y además, se consiguió detener a uno de
los presuntos autores del atraco e incautarse del vehículo
que conducía, mientras al cierre de esta edición se buscaba
al otro sospechoso.
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