La madre de una mujer embarazada denunció ayer a EL PUEBLO
que pasó todo el domingo en el servicio de Urgencias del
Hospital Universitario de Ceuta reclamando la asistencia de
un ginecólogo y no se lo proporcionaron.
La madre, María Sánchez, relató que llegó al servicio de
Urgencias con su hija, Pilar María de Luna, aquejada de un
dolor en el vientre bajo, a las cuatro de la tarde, y que la
enfermera se limitó a tomarle la tensión.
Continúa el relato de Sánchez, que a las seis de la tarde
preguntaron por su caso y les dijeron que siguieran
esperando, lo mismo que a las siete. Entonces, según la
madre, salió a la zona externa de Urgencias y escuchó decir
a la enfermera: “Si me hubiera hablado con educación la
doctora ya tendría los papeles para que pasara a consulta”.
Entonces se enzarzó en una discusión cuyo resultado fue que
la doctora le atendiera cinco minutos después.
La médica le realizó unos análisis de orina pero aseguró que
el dolor que padecía la hija, embarazada de siete meses y
medio, obedecía a otras causas. Sin que supiera
especificarle cuáles. María Sánchez pidió la asistencia de
un ginecólogo.
Sin embargo, según su relato, la médica le contestó que no
podía proporcionarle un ginecólogo y que ni siquiera sabía
en qué planta se encontraban estos especialistas. La
embarazada comenzó a llorar. A las diez menos cuarto de la
noche, tras ser atendida por otro médico, abandonó el
servicio de Urgencias con un volante para recibir atención
ginecológica al día siguiente. Sólo tras todos estos
avatares se le pudo diagnosticar a la paciente dolor
abdominal.
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