El día más importante de tu vida puede convertirse en uno de
los que deseas olvidar. Eso es lo que le ocurrió el pasado
sábado a una pareja que decidió celebrar su banquete nupcial
en uno de los sitios más lujosos y de renombre de toda la
ciudad: ‘El Sarao’. Lo que no sabían, ni ellos ni sus
familiares, es que desde las 20:15 horas este lugar en el
que se celebran cientos de bodas, bautizos y comuniones, no
había luz. Pero ¿y qué hicieron los organizadores de la cena
al respecto? Comprar velitas del ‘Todo a cien’. Una
vergüenza para los 150 invitados y para las dos familias que
veían como a las 21:30 horas -que era la hora prevista para
el comienzo de la cena-, los invitados continuaban a oscuras
contemplando las barriadas de Ceuta que todavía estaban
iluminadas.
Pero, dejando a un lado el asunto de la luz, lo que llamó la
atención a más de un asistente al convite fue la falta de
luces de emergencia en todo el local. Y aquí fue cuando
llegó la pregunta estelar: ¿Y por qué si se les había ido la
luz a las ocho se van a comprar velas y no alquilan un
generador? Pero no contentos con ello, tras disgustar a los
novios, el establecimiento pretendía que los invitados
cenaran a la luz de las velas... ¡Comida fría!
Evidentemente, no estaba caliente. Las bebidas se calentaban
al mismo tiempo que se enfríaba la comida. Por último, tan
sólo decir que, el dinero que las parejas invierten para
celebrar su banquete ahí, no corresponde con los servicios
proporcionados: Normalmente -o por no decir casi siempre-,
los restaurantes tienen generadores para solucionar este
tipo de contratiempos...
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