La tortuga rescatada por los submarinista del Diving Center
fue devuelta ayer al mar pasadas las dos de la tarde,
después de varios días de curas y reposo.
La veterinaria de la Consejería de Sanidad y Consumo que la
atendió, Sonsoles Carretero, explicó que el réptil se
encuentra bastante fuerte y que en la revisión realizada
sólo presentaba ciertas cantidades de gas acumulado que
impedían que se hundiera, lo que podía estar motivado por un
pequeña infección traqueal, bronquial, pulmonar o digestiva.
Carretero se extendió apuntando que sólo había encontrado en
su interior algunos parásitos que son habituales en estos
reptiles y con los que suele vivir en perfecto equilibrio.
Por lo demás, la tortuga, de edad adulta y bastante grande,
presentaba un caparazón en perfecto estado y carecía de
herida alguna tanto en la cabeza como en las extremidades.
La veterinaria no descartó que los gases pudieran tener
también su origen en algún golpe recibido mientras se
encontraba soleando.
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