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OPINIÓN - DOMINGO, 22 DE AGOSTO DE 2010

 
OPINIÓN / El 7º de Michigan

La frontera a-normal de ‘Aigor’

Por Fidel Raso


Les invito a localizar entre todo ese tumulto de la fotografía superior a un agente de la Policía Nacional española en el paso fronterizo de Beni Enzar de Melilla. Como les va a ser difícil se lo voy a decir yo: el agente se encuentra ligeramente desenfocado en la parte inferior de la imagen y más o menos por el centro. Pues bien, ese sitio es donde está el puesto de la Policía Nacional de Beni Enzar en Melilla y delante de él..., la tierra de nadie (¿?). Casi al final del encuadre, es decir, en la parte alta, podrán ver el puesto fronterizo de Marruecos.

La fotografía de arriba a la derecha recoge un momento en el que un policía fronterizo de Marruecos dialoga (¿?) con un agente del Cuerpo Nacional de Policía prácticamente en el mismo límite policial español. La imagen de abajo es una columna de blindados del Regimiento de Caballaría Alcántara parada porque no puede acceder a la entrada de su acuartelamiento por el atasco de vehículos en la frontera. Los soldados se lo toman con calma, como no puede ser de otra manera.

Las fotografías han sido tomadas por mí no hace más de tres años. Podría publicar más, pero no es el caso. Creo que es suficiente para indicarles que España tiene un grave problema geoestratégico en esa zona, aunque sea a pequeña escala, que se ha ganado a pulso por incompetencia (repito lo de otras veces), dejadez extrema (por ser una frontera “amiga”) y porque, sencillamente, somos muy generosos en el nivel intelectual y cultural que otorgamos a muchos de los que nos gobiernan, que no son sino analfabetos sobre moqueta oficial.

He escrito en otras ocasiones que mi condición de periodista me ha llevado a cruzar muchas fronteras y algo me ha tocado ver en materia de control y seguridad o, sencillamente, de buena vecindad. Entre las más complejas que recuerdo, sin duda, la que pasaba de Ammán (Jordania) a Jerusalén (Israel) en plena primera guerra del Golfo o la que dividía el Berlín occidental y el Berlín comunista a través del Checkpoint Charlie que tan bien describió John le Carré. Geniales escenarios para describir el expansionismo patriótico de turno a lo largo del siglo XX.

La frontera que España tiene con Marruecos en Melilla es, sencillamente, a-normal. Un escenario del que John le Carré huiría como de la peste para ilustrar sus novelas, pero que haría las delicias de personajes de terror como Frankestein o Van Helsing, que suspiraban por un laboratorio para investigar sus singulares experimentos humanos. Eso es el paso de Beni Enzar, un experimento de comportamientos cerebrales entre humanos y que como elemento residual tiene connotaciones políticas absurdas a las que se reviste de autoridad patria para tapar la escenografía de lo absurdo.

Allí en la tierra a-normal de ‘Aigor’ suceden las historias más terribles para asustar a los niños. Las mujeres vestidas de azul son brujas terribles sin piedad que fustigan a los desheredados de la tierra estrellada de cinco puntas. Allí, en la “tierra de nadie” los “nadie” son los que mandan desde hace mucho tiempo porque los “todo-va-bien” no se enteran de nada.

Pero no se apuren, ustedes pueden pasar por allí sin problemas enseñando su DNI a los “nadie” diciendo que son de la tierra de los “todo-va-bien”, una escisión simpática de la tribu “relación-excelente”.
 

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