Qué el residente de los EE. UU,
según dicen la Nación más poderosa del mundo y por tanto, en
estos momentos, el hombre más poderoso del mundo, pierde
popularidad a pasos agigantados, no es motivo de sorpresa
alguna.
No hace falta ser y, por supuesto, no soy Nostradamus, ni
adivino, ni nada que se le parezca, para poder decir, sin
temor a equivoco alguno que, Obama, cuando termine esto
cuatro años de mandato no será elegido candidato a la
presidencia de los americanos de América.
Obama fue elegido presidente de los EE. UU como una
esperanza de sabia nueva del mundo Occidental pero, poco a
poco, se ha ido equivocando y cometiendo errores que el
pueblo americano, tan suyo, no le perdonará.
Los americanos, a algunos les gustará y a otros no les
gustara tanto, pueden ser de los distinto Estados que
conforman su país, pero a la hora de la verdad, con la mano
en el pecho, mientras escuchan su himno nacional, son ante
todo americanos bajo una misma bandera y bajo una misma
Nación, América.
Cuantos algunos… pónganle el adjetivo calificativo que más
les guste, de este país nuestro deberían copiar, en ese
sentido de los americanos de América. Así se hace grande una
Nación, porque la unión hace la fuerza. Y esa fuerza y esa
unión es la que hace grande a América.
Claro que allí, nadie puede luchar contra eso de que los
americano, se sientan, ante todo, americanos y lleven a
orgullo el serlo, defendiendo contra todo y contra todos, un
sólo himno, una sola bandera y una sola Nación, América.
Igual es que allí, a pesar de ser una Nación gigantesca por
cierto, no existen tantos “mindundis” con gorra y pito con
mando. Suerte que tiene el pueblo americano al no contar con
esa fauna de inepto a los que la tómbola de la vida les
regalo esa gorra y ese pito, convirtiéndolos en mandas, con
capacidad para manejar un rebaño de borregos analfabetos,
que se creen cuanto les dicen estos personajillos del tres
al cuarto. Así nos crece el pelo,
Volviendo a que voy a acertar, sin duda alguna que, Obama,
no volverá a ser reelegido presidente de los EE. UU; lo
escribo cuando faltan más de dos años para las elecciones a
la presidencia americana. Y no será por los grandes errores
que ha cometido, rematados con sus últimas declaraciones,
apoyando la construcción de una mezquita en la “Zona Cero”.
Ello ha dado lugar as un reciente sondeo llevado a cabo por
la prestigiosa CNN en las que muestran su disconformidad no
sólo el 82% de los republicanos, también el 54% de los
demócratas.
Este es el gran pecado que tienen los hombres en política
que, en la mayoría de las ocasiones, no conocen a sus
pueblos, ni como sienten, ni como piensan, sólo que hay que
hacer lo que ellos digan, porque se consideran el ombligo
del mundo mundial.
Que conste en acta, amigo guardia, que me da igual donde
coloquen la mezquita, es un problema de los americanos. Lo
que si afirmo, a más de dos años vista que, Obama, no
volverá a ser reelegido presidente del país más poderoso del
mundo. Me juego doble contra sencillo.
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