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La cadena de apagones de luz que
sacudió ayer la mayor parte la ciudad, en algunas barriadas
de manera intermitente y en otras de manera permanente desde
las ocho y media de la noche, no puede quedar sin respuesta
ni sin depuración de responsabilidades. Endesa ya se ha
apresurado a afirmar que no le corresponde responder por
ello porque la avería no partió de sus instalaciones. Sólo
cabe apuntar, por tanto, a la distribuidora, Alumbrado de
Ceuta, que no se dignó hasta la media noche dar explicación,
muy vaga, sobre lo sucedido. La Consejería de Fomento ya ha
anunciado que abrirá una investigación. Y no puede ser de
otra manera. Lo contrario sería un fraude a los ciudadanos y
las empresas, fundamentalmente hosteleras, que ayer
sufrieron un perjuicio irreparable.
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OPINIÓN / EDITORIAL
