Cuando se inicia un negocio, la idea principal es que sea
próspero y que perdure en el tiempo. Eso lo consiguió José
María Borrás Borrás a través de las siguientes generaciones
de su familia, quienes recogieron los testigos y han
mantenido y evolucionado un entramado empresarial que dentro
de poco cumplirá ya cien años de vida.
Desde el año 1917, fecha en que se fija el inicio de la
actual fábrica de chocolate de Borrás, ha pasado casi un
siglo y se han producido ampliaciones de maquinaria y
evoluciones de tecnología que la sitúan a la altura de las
marcas más punteras con la fabricación de un chocolate de
alta calidad.
En 1956 se convirtió en Borrás SL de Productos Alimenticios,
y en el año 1992 se realizó una importante inversión en
maquinaria e infraestructuras, con ampliación de la
superficie de la planta industrial.
Esta apuesta por el futuro les ha permitido llegar a una
producción anual de siete mil toneladas de chocolate, que se
traducen en cincuenta millones de tabletas de la marca
Maruja.
A lo largo del tiempo, por motivos diferentes, la producción
fue descartando nombres como Pierrot o Negrita para
concentrar toda la atención en el chocolate Maruja, con
almendras, el producto más demandado en todos los mercados
que abastece esta fábrica ceutí. Un mercado que alcanza a
diversos países de Europa y otros del continente africano,
siendo principalmente los países del norte de África donde
se dirige la mitad de la producción anual.
A pesar de todo, la fábrica también ha probado variedades
del chocolate Maruja como son la del rellejo de avellanas o
la del chocolate con leche. Todo ello, sin olvidar la crema
para untar y los próximos lanzamientos para la temporada de
otoño de este año, cuando se presentará oficialmente el
nuevo producto de galletas rellenas de la pasta del
chocolate Maruja.
Casi cien años de vida de una marca que ha acompañado a los
ceutíes desde el principio y que traen evocaciones de la
niñez, como cuando se vendía este chocolate en los quioscos
en barritas sueltas, o aquellos bocadillos con Maruja como
merienda y los cumpleaños con el chocolate Negrita en las
tazas de los niños.
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