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sociedad - DOMINGO, 22 DE AGOSTO DE 2010


José María Borras Rodríguez. l.s.

entrevista / Medalla de la Autonomía
 

Borrás: «Fabricamos
7.000 toneladas anuales»

La fábrica del chocolate Maruja está
próxima a cumplir sus primeros cien
años, llegando a tener en la actualidad
la misma tecnología que fabricantes
de renombre como Nestlé o Cadbury
 

CEUTA
J. Losan

ceuta
@elpueblodeceuta.com

José María Borrás Rodríguez, consejero adjunto a Presidencia de Borrás SL de Productos Alimenticios, nos cuenta en esta entrevista algunas curiosidades interesantes de la historia del chocolate Maruja, con el que se han criado numerosas generaciones de ceutíes a lo largo de casi un siglo desde que su familia iniciara la fabricación de chocolate en esta ciudad. Nombres míticos como Negrita o Pierrot todavía están en la memoria de muchos de los caballas porque formaron parte de su vida en algún momento. Ricardo Borrás Rodríguez, director general y accionista mayoritario, no pudo estar presente por encontrarse en una reunión anual internacional en Estados Unidos sobre la pesca del atún.

Pregunta.- ¿Cómo les llegó la noticia de que la Ciudad les proponía para recibir la Medalla de la Autonomía de este año?

Respuesta.- Nosotros ya teníamos idea de que se iba a producir la propuesta porque mi hermano Ricardo, presidente de la empresa, hace unos meses recibió una visita de Juan Vivas y hubo comentarios en ese sentido. Y se confirmó el pasado mes de julio, en la moción que aprobó el Pleno de la Asamblea.

P.- ¿Cómo se sienten?


R.- Muy contentos, con mucho orgullo y satisfacción. En estos momentos también piensas en los mayores. Mi padre no podría imaginarse que esto llegaría a convertirse en lo que es en la actualidad. Este reconocimiento tiene un carácter especial, quizá por tratarse de una empresa tan antigua, por haberle dedicado nuestros padres la atención que necesitó en su momento, y creo que es el negocio más antiguo que pervive en la familia, desde 1917. Estamos agradecidos a la Ciudad por haberse acordado de nosotros, de una labor que iniciaron nuestros padres y nuestro abuelo.

P.- La noticia, ¿ha llegado a toda la familia?


R.- Bueno, no lo sé con seguridad. Somos muchísimos. Descendemos de tres hijos que tuvo mi abuelo, que fueron los socios fundadores, gente muy emprendedora, que hicieron muchas sociedades aquí, en Ceuta, en la Península y hasta en el norte de Marruecos. Tuvimos una refinería en Tetuán en los años cincuenta. Somos dieciocho primos y cada uno se marchó a vivir a distintos lugares. En Ceuta queda poca familia, algunos miembros de Borrás Ballesteros, que son muy conocidos, y las otras dos ramas, Borrás Rodríguez, que es a la que yo pertenezco, y Borrás Llop, nos fuimos a la península e iniciamos nuestros negocios. Llevamos en la sangre el espíritu empresarial porque nuestro padre así nos lo enseñó. Aún así, se crearon importantes empresas... Mire usted, tengo a mano un documento del que voy a comentarle algunas solamente, las más significadas y con ubicación en Ceuta: una fábrica de hielo (1928), almacén de vinos al que se le llamaba La Bodega, torrefacción de café (1939), la compañía Azucarera Alcoholera en Tetuán (1950), una de efectos navales en el muelle Dato en 1960, destilerías de alcohol en Ceuta y el norte de Marruecos..., son algunas de las más importantes de aquí, y la del chocolate Maruja, claro está.

P.- Y la fábrica de chocolate, ¿cuándo empezó?

R.- Retrocedemos al año 1917, aunque la sociedad se llamaba “La Unión” por aquella época. Eran dos familias, la de Constantino López y la de Borrás. Esta sociedad actualmente se llama Borrás SL de Productos Alimenticios, y data del año 1956, pero la fábrica viene desde el principio.

P.- ¿Siempre estuvo la fábrica en el mismo lugar?


R.- En la misma calle, sí. Al principio estuvo en el número cincuenta y ocho de la actual Marina, que en esos años se llamaba la calle López Pinto, hacía esquina con Alfau. Yo, desde pequeño, la recuerdo ya en esta ubicación. Era una cosita pequeña que fabricaba muy tradicionalmente. Imagínese la evolución desde entonces. Es cierto, cambian los tiempos, cambian los procesos y se mejora la producción.

P.- ¿En qué niveles se encuentran ustedes actualmente?


R.- En las últimas estadísticas de producción nos encontramos en una elaboración anual de siete mil toneladas de chocolate, son siete millones de kilogramos, y trasladado a tabletas se convierten en cincuenta millones de unidades. Para poder hacer una comparación, en el año 1991 nos encontrábamos en mil toneladas, siete veces menos que ahora.

P.- ¿Cuántos ingredientes gastan?


R.- Los mismos de la producción, actualmente está en siete mil toneladas, distribuidas en los diferentes ingredientes necesarios para su elaboración.

P.- ¿La logística funciona bien?


R.- Ceuta está muy bien comunicada, goza de una buena ubicación. Todo lo compramos en el mercado internacional y los contenedores llegan al puerto de Algeciras. Si necesitamos azúcar, que viene de América del Sur, o grasa, que llega de Asia, o cacao desde cualquier sitio del mundo, no tenemos problema.

P.- ¿Cómo puede explicar esa evolución tan grande?


R.- El crecimiento importante de producción ha sido en estos últimos años, debido principalmente a la modernización de la fábrica. Utilizamos tecnología punta. Tenemos la misma maquinaria que los grandes fabricantes de chocolate, con la única diferencia en que se trata de una fábrica pequeña, pero nuestra tecnología es la misma que tiene Nestlé, Cadbury, cualquier otro fabricante.

P.- ¿En el chocolate pasa como en la coca-cola? ¿La fórmula es secreta?


R.- No, la receta existe. Para eso están los maestros chocolateros. Si quieres hacer un chocolate, puedes contactar con uno de estos especialistas. Puedo decir que son profesionales que pasan facturas grandes, cobran mucho dinero. Hace años hicimos una prueba de fabricar chocolate de mucha calidad, Kingbor, y se contrató a un maestro chocolatero suizo. Cada especialista tiene su fórmula, con trucos de su cosecha. Nosotros intentamos hacer un chocolate que ha demostrado con el paso de los años que está muy aceptado.

P.- El chocolate Maruja es sucedáneo, ¿en qué consiste esa diferencia?


R.- Las diferencias son dos: el chocolate se refina y el sucedáneo se muele. La grasa utilizada en el chocolate es de cacao y en el sucedáneo es de palmito, en nuestro caso. Somos uno de los pocos fabricantes de sucedáneo del mundo, por no decir los únicos, que damos un tratamiento de refinado exclusivo y eso se convierte en la bondad de nuestra pasta. La cremosidad que tiene se debe a ese proceso. Los otros fabricantes muelen las materias primas sin más.

P.- ¿Es por algún motivo especial?


R.- Por cuestión de conservación y de logística, es más resistente a los cambios de temperatura. Vendemos mucho en el mercado africano y buscamos la mayor consistencia del producto.

P.- ¿Hasta qué países del mundo llega el chocolate Maruja?


R.- Le puedo contestar que es el único producto genuinamente ceutí que se puede encontrar en Bélgica, Holanda, Italia o Alemania como países europeos; pero en África tenemos constancia de haberlo encontrado en puestos de mercado de Costa de Marfil, en Abidjan. También nos han llegado noticias de personas que lo han visto en Sudáfrica. Principalmente se vende en Marruecos y norte de África. Este mercado puede absorber, prácticamente, la mitad de la producción.

P.- ¿Qué recuerdos le traen los otros nombres como Negrita, Pierrot…?


R.- Ya no se hacen, porque nos especializamos en sucedáneo por las razones que ya he comentado antes. En verano había problemas con la conservación. Después ya vimos que el producto más aceptado era el chocolate con almendra y nos volcamos en eso y fuimos eliminando marcas. Yo tengo recuerdos magníficos. Por ejemplo, le puedo decir que la niña que figura en el envoltorio de Maruja de los años sesenta es mi prima Montserrat Borrás Llop, que vive ahora en Madrid.

P.- Ustedes también se habrán criado con el chocolate de esta fábrica…


R.- Claro que sí. Si estábamos dando una vuelta con las bicicletas, pasábamos por la fábrica y ya imagínese…

P.- Hemos hablado de una gran producción para una ciudad como Ceuta, ¿cuántas personas trabajan en la fábrica?

R.- Con la última evolución, todo quedó muy tecnificado. La mano de obra, como es normal, para poder competir, tiene que estar el proceso automatizado. En cuanto a número de personas, es elástico según la época del año. Es un producto estacional, que se consume fundamentalmente en los meses de poco calor, donde aumentan las ventas de forma espectacular y se necesita estar a pleno rendimiento y tener más personal. También hay otra circunstancia y es que se trata de un producto perecedero. Nuestro chocolate aguanta bien, pero se deteriora con el paso del tiempo. Somos muy rigurosos y cuidamos mucho la calidad, de forma que no queremos que esté en el mercado más de cuatro meses desde su fabricación. Eso quiere decir que hace falta tener mucha capacidad para adecuar las producciones. Según las fechas, podemos pasar de fabricar seiscientas cajas diarias hasta más de dos mil en una jornada.

P.- Por ejemplo, ¿qué hacen ahora, en agosto?


R.- Este mes tenemos la producción detenida y estamos aprovechando para dar vacaciones al personal, limpiar toda la maquinaria y realizar los ajustes que sean necesarios. Cuando pase este mes, se pone todo en marcha de nuevo.

P.- El día dos de septiembre, ¿será motivo para que se reúna la familia?


R.- Es complicado porque, afortunadamente estamos casi todos los primos, los negocios se fueron diversificando, cada familia cogió un camino. Hoy, de los descendientes de los fundadores, en Ceuta hay pocas personas. Toda la familia sí conocerá la noticia, se alegrará porque estamos muy unidos, pero vivimos en sitios muy dispares, en Cataluña, Madrid, Sevilla, Málaga, Jerez… muchos sitios de España.

P.- Y muchas empresas Borrás por la geografía…


R.- Sí, bastantes.

P.- No deja de ser actualidad la información sobre la crisis. ¿Les ha afectado a ustedes?


R.- En el sector de alimentación se ha notado menos, frente a otros diferentes. Dentro de lo mal que está la situación, nosotros estamos menos afectados. Quizá el problema que tenemos es la dependencia de dos mercados fundamentales norteafricanos. El próximo objetivo, en el que nos estamos centrando, es intentar aumentar el campo comercial en el continente africano, donde ya sabemos que gusta nuestro producto, somos competitivos y ofrecemos una calidad que nadie puede igualar. Competir con grandes marcas de chocolate es muy complicado, pero tener un sitio que ya hemos conseguido con el trabajo de muchos años nos coloca en un lugar especial desde el que tenemos que seguir trabajando.

P.- Dentro de siete años, cumplen el centenario. ¿Qué pasará?

R.- Habrá que ver dónde estamos cada uno dentro de siete años. Esperemos que estemos todos juntos y lo celebremos. Habrá que hacerlo de forma importante. De todas formas, siete años pasan enseguida.
 

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