Los colegios e institutos de la Ciudad Autónoma de Ceuta
doblan el número de alumnos con necesidades educativas
especiales que registra la media estatal. Mientras que a
nivel local son un 4,2% los registrados como tales por el
Ministerio de Educación en el conjunto de la nación el
colectivo no pasa del 2,1% del total.
El 4,2% de los estudiantes de la ciudad autónoma de Ceuta
(el 4,8% en el caso de los varones y el 3,5% en el de las
féminas) son alumnos con necesidades educativas especiales (ACNEE),
un colectivo al que la legislación vigente describe como “el
que por dificultades específicas de aprendizaje, por sus
altas capacidades intelectuales, por haberse incorporado
tarde al sistema educativo, por condiciones personales o de
historia escolar, o por encontrase en situación de
desventaja socioeducativa, requiere una atención
complementaria o diferente a la ordinaria para poder
alcanzar el máximo desarrollo de sus capacidades personales
y, en todo caso, los objetivos establecidos con carácter
general para todo el alumnado”.
Según los últimos datos del Ministerio de Educación,
publicados en su edición de este año del volumen ‘Las cifras
de la Educación en España. Estadísticas e indicadores’, los
centros educativos locales acogían en sus aulas a 599
alumnos con necesidades especiales, de los que sólo 102 se
encontraban “en centros específicos o en unidades
específicas de centros ordinarios”.
La inmensa mayoría se encuentra en el nivel educativo de
Primaria (422), seguida de Secundaria (269) e Infantil
(100).
No obstante, las cosas han mejorado desde entonces. Según
los números del director provincial de Educación, Aquilino
Melgar, el pasado año académico descendió por primera vez
“significativamente” el número de este perfil de alumnos que
cursan Secundaria (-16%), “con sólo un incremento del 1,8%
en Primaria”.
Además, ahora “por primera vez” todos los centros públicos
de la ciudad disponen de “al menos un especialista en
Pedagogía Terapéutica y otro en Audición y Lenguaje, aunque
estos últimos sólo son compartidos por los Institutos de
Enseñanza Secundaria, donde un solo especialista trabaja en
dos centros”.
Además, el año pasado se adscribió al centro que integra a
alumnos ciegos y sordos, un segundo Oficial Sanitario
Asistencial “que les era muy necesario y venían reclamando
desde hace tiempo” y también se consiguió “reducir de manera
significativa las comisiones de servicio en educación
especial y compensatoria, lo que contribuye a la necesaria
permanencia del profesorado en sus centros y programas, en
el conocimiento más profundo de los alumnos y,
consecuentemente, en la calidad de la Educación”.
Sólo 39 de los 599 estudiantes con necesidades educativas
especiales estudiaban el año académico 2008-2009 en centros
privados concertados en Ceuta.
La mayor parte de ellos (el 81%) tenían tal catalogación por
sufrir una discapacidad psíquica; otro 6% padecía trastornos
generalizados y de conducta o personalidad.
|