El magistrado que preside el Juzgado de lo Penal número uno
condenó ayer a dos mujeres que reconocieron ser las autoras
de un delito contra la salud pública. Las acusadas entraron
en el embarque de pasajeros por separado por lo que los
juicios se trataron de manera independiente aunque ambas
confesaron haber planeado ambos pasos de grifa.
Dos mujeres ocuparon ayer el banquillo de los acusados del
Juzgado de lo Penal número uno por un delito contra la salud
pública que les imputaba el representante del Ministerio
Fiscal en la ciudad, del que ambas se confesaron culpables
aunque fueron juzgadas en dos sesiones diferentes.
Aunque el juez dictó sentencia condenatoria en ambos casos,
sendas procesadas reconocieron ante el tribunal que habían
pasado el embarque de pasajeros de la Estación Marítima por
separado aunque habían planeado los dos pases de droga que,
en este caso, se trataba de grifa y no de hachís, ya que el
índice de pureza de la sustancia estupefaciente era muy
bajo.
Las detenciones se produjeron el pasado día 8, sobre las
21:00 horas, cuando los agentes del Cuerpo Nacional de
Policía mantenían la sospecha de que las encausadas llevasen
alguna droga. Efectivamente, las dos llevaban la grifa
adosada en diversas partes del cuerpo, entre ellas, la
cintura, el pecho y los brazos. En el primero de los casos,
la mujer portaba dos kilos y 650 gramos de la sustancia y,
por ello, deberá hacer frente a un año, nueve meses y quince
días de prisión y el pago de 3.431 euros. En el segundo
juicio, la joven iba a desplazar dos kilos y 492 gramos de
grifa y tendrá que cumplir las mismas penas que la anterior
procesada aunque la multa será de 3.614 euros.
Ya que ninguna de las encausadas tenía antecedentes penales,
el juez resolvió sustituir la pena por la condición para
ambas, de no volver a delinquir durante el periodo de dos
años.
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