La empresa Acciona Infraestructuras trabaja ya en los
preliminares de la obra de construcción del muro que, de
forma definitiva, asegurará el talud desprendido por las
lluvias en Martínez Catena. Se trata de una pantalla de
hormigón de 4 metros de altura y con una cimentación
mediante pilotaje de 13 metros de profundidad con la que,
según los técnicos, se contendrá el empuje de la ladera
“para siempre”. Por el momento se están llevando a cabo
tareas que entorpezcan “lo menos posible” el tráfico y, por
tanto, la temporada de playa. El grueso de esta obra, con un
plazo de ejecución de 3 meses, comenzará en septiembre.
El muro de hormigón que construye la empresa Acciona
Infraestructuras para asegurar la carretera de Martínez
Catena, la N-352, tendrá 4 metros de altura y 13 de
cimentación. Tal como señalaron a este diario los
responsables de las obras, cuyos trabajos previos comenzaron
ayer, esta pantalla garantizará “de por vida” la seguridad
de la carretera ante posibles nuevos desprendimientos del
talud situado junto a la explanada de Juan XXIII, que a
consecuencia de las intensas lluvias de este invierno se
deslizó en al menos dos ocasiones.
La calzada y el arcén, libres
De acuerdo con las explicaciones de los técnicos, la
pantalla definitiva se parece a la que de forma provisional
se montó tras el desprendimiento con el fin de que esta
importante vía de comunicación, que hubo de cerrarse al
tráfico, pudiera reabrirse para su uso en los dos sentidos
de circulación. Una de las principales diferencias es que el
muro definitivo “va ubicado en la línea de tierra”, por lo
que una vez construido y retirado el provisional “podrá
restituirse una zona de jardines con su anchura”.
El muro que se ha proyectado dentro de las obras de
emergencia que el Estado aprobó tras los temporales para la
reparación de las infraestructuras dañadas, estará cimentado
con pilotes. La pared tendrá una longitud de unos 85 metros,
abarcando toda la zona del deslizamiento de tierras, y su
anchura irá disminuyendo, de los 2 metros de la base a medio
metro en la parte superior.
Con estas características, desde la dirección de la obra se
destaca que el muro, una estructura “potente”, “sujetará el
talud y la montaña de por vida”.
Por el momento se están llevando a cabo labores
preliminares, pues los responsables de Carreteras
convinieron con la Ciudad en evitar que las obras -también
las que Acciona desarrolla en el paseo-no perturbaran la
temporada de playa. Así las cosas, la constructora trabajó
ayer en una zona de hormigonado de modo que la tarea
afectara al tráfico “lo menos posible”. El grueso del
trabajo, que tiene un plazo de ejecución de 3 meses,
comenzará en septiembre y entre las actuaciones previas será
necesario abordar el desvío de una tubería de impulsión de
Acemsa.
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Un talud que se ha derrumbado por la lluvia en dos ocasiones
El deslizamiento del talud de
Martínez Catena, una pared de pizarra situada a la altura de
la explanada de Juan XXIII, obligó al cierre en dos
ocasiones de la carretera al Tarajal, la N-352, una de las
principales vías de comunicación de la ciudad. El primer
derrumbe se produjo el 18 de febrero y obligó, por razones
de -seguridad a cerrar la carretera y desviar el tráfico por
otras calles, lo que durante varios días produjo grandes
atascos en horas punta. Finalmente, y tras los preceptivos
informes técnicos, se optó, con el fin de poder reabrir la
vía, por instalar una pantalla de hormigón prefabricada.
Sólo dos semanas después, el 6 de marzo, un temporal de
mayor envergadura que causó inundaciones y desprendimientos,
provocó también un nuevo deslizamiento de este terreno. La
pantalla prefabricada, que cedió en parte, impidió que la
avalancha de lodo y piedras alcanzara la calzada. Días
después, la pared fue reforzada a la espera de que se
realizara el proyecto de obra definitivo.
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