En primer lugar, debo señalar que
la organización marroquí, no gubernamental, instigadora de
los últimos incidentes sucedidos en el paso fronterizo entre
Melilla y Marruecos como consecuencia de las supuestas
agresiones sufridas por unos ciudadanos marroquíes, el
Comité Nacional para la Liberación de Ceuta y Melilla,
organización presuntamente defensora de los derechos y las
libertades, es la misma cuyos miembros, el 19 de septiembre
de 2008, acorralaron y golpearon impunemente al teniente
coronel de la Guardia Civil en Melilla, al jefe superior de
la Policía Nacional, al delegado de Hacienda y a tres de sus
subordinados tras haber celebrado una reunión con sus
homólogos marroquíes en las oficinas de la aduana.
En segundo lugar, debo puntualizar que la organización
mencionada y la Coordinadora de las Organizaciones de la
Sociedad Civil en el Norte de Marruecos crearon un Frente
Nacional con la única intención de defender, apoyar y
organizar el mayor número posible de algaradas al objeto de
exigir la soberanía marroquí en las ciudades autónomas
españolas del norte de África. Coalición liderada por quien
fuera ciudadano español hasta los años 70 y que agrupa a
diferentes partidos políticos, sindicatos y asociaciones de
la sociedad civil marroquí. Por tanto, resulta evidente cual
es el único ideario que rige la existencia de una
organización profundamente vinculada con los servicios
secretos marroquíes.
Una vez expuestas estas apreciaciones, es momento de
recordar a los lectores de este diario respecto a las
innumerables reivindicaciones territoriales formuladas desde
el país vecino en relación a unos supuestos derechos
totalmente inexistentes ya que, nuestra ciudad pertenece al
reino de España desde 1640 mientras que el reino de
Marruecos existe como tal desde que consiguió su
independencia política de Francia y España en 1956. Por
tanto, la historia demuestra la inconsistencia de una
reivindicación que se recrudece en los momentos en los que
la debilidad de nuestros gobernantes se hace evidente.
En definitiva, los últimos acontecimientos experimentados en
el perímetro fronterizo que delimita la ciudad hermana de
Melilla con el país vecino, Marruecos demuestra la debilidad
de un Ejecutivo absorto en mantener la unidad de una
formación política resquebrajada como consecuencia de la
perdida de popularidad en todas las encuestas en los últimos
meses. Ahora, más que nunca, España necesita de un Gobierno
que devuelva la confianza y por supuesto, recobre la
hegemonía internacional perdida tras la llegada al Gobierno
del país del “talante” de Zp.
PD. ¿DÓNDE ESTA LA CHUPI MINISTRA DE IGUALDAD, BIBIANA AÍDO,
CÚANDO ESTOS INDIVIDUOS DESHONRAN A LAS “MIEMBRAS” DE
NUESTROS CUERPOS Y FUERZAS DE SEGURIDAD DEL ESTADO?
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