Mirfat Ahmed Mustafa de 25 años, celebró su enlace el pasado
día 27 de julio con Yusef Dris Mohamed de 42 años. Las bodas
árabes duran entre tres o cuatro días pero la suya solamente
duró dos “para poder evitar más gastos”, declara esta
voluntaria de Cruz Roja. El primer día fue el de la ‘Henna’,
que pintan las manos a la novia. Llevaba un traje verde
fallero, y uno en blanco que fueron regalados. El segundo
fue ‘El- Hdor’, que es el día en que ella se viste con
distintos trajes Mirfat lució tres, uno rosa, otro burdeos,
que costó 600 euros, eran ‘saris’ de la India, uno blanco
tradicional árabe y por último el de novia tradicional
europea, que se lo regaló su primo, que se lo trajo de
Londres. Ella sólo se compró uno de los trajes, que le costó
900 euros, “fue un capricho que me quise dar”, dice Mirfat.
Los demás se los regaló su tía paterna. La costura de todos
los trajes costó alrededor de los 1.000 euros. En total la
novia llegó a lucir un total de seis trajes. Los distintos
zapatos que llevó costó de 50 a 100 euros cada uno.
La madre de la novia contrató a la chica que iba a
arreglarla en los distintos cambios de la novia en las
celebraciones árabes, que rondó los 500 euros. Cuando llevó
el vestido de novia occidental, la peinó y maquilló su amiga
Rocío, que es peluquera y voluntaria de Cruz Roja también.
Las joyas de la novia se las ponen generalmente las chicas
se encarga de cada uno de los cambios.
El menú en este tipo de bodas es muy importante: en la suya
concretamente sirvieron el primer día callos con garbanzos,
pollo, pastelitos y zumos. El segundo día sacaron saladitos,
zumos de frutas, batidos, que les regalaron los familiares,
“ya que somos muchos y ellos le dieron el dinero a mis
padres como regalo de boda.” También sirvieron dulces,
costaron 800 euros, pan dulce, té, ensalada tropical y
variada, carne de ternera, que tuvo un gasto de 1.000 euros
aproximadamente, pollo y como postre, flan con fruta, que lo
pusieron los padres. Cuando iban saliendo los distintos
platos para los invitados, la novia se cambiaba de traje.
El enlace se celebró en Marruecos, ya que en Ceuta no había
un lugar que pudiera albergar a los 500 invitados que
asistieron a la boda. El primer día se dio en casa de su tía
y el día grande en un local alquilado, en el que venía
incluida toda la decoración de cortinas, telas, alfombras,
etc. que costó alrededor de los 800 euros con el suplemento
de los adornos. “En el caso de haber celebrado aquí hubiera
sido más difícil ya que en Ceuta tienes que buscar todos los
elementos trayéndolos de Marruecos, donde es muchísimo más
barato”, afirma.
El hermano de su madre le regaló el ramo de flores que llevó
y otro de los tíos de Mirfat les regaló a los contrayentes
los servicios de los músicos y cantantes marroquíes.
Los novios estuvieron prácticamente los dos días en el país.
Los asistentes iban y venían en el día, ya que tenían cada
uno que cumplir con sus obligaciones. Agradece a todos los
asistentes y sobre todo
Cruz Roja, ya que al día siguiente tenían que trabajar por
la mañana.
Los padres de la novia contrataron a una fotógrafa y a un
cámara, ella llevó a un amigo suyo, Alejandro, que le hizo
su reportaje. Aunque todavía no sabe cuánto le va a costar.
“La boda estuvo organizada gracias a mis padres, familiares,
vecinos y amigos, en especial a Cruz Roja y también por mi
marido”, concluye así Mirfat. La felicidad de la celebración
no tiene precio.
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