El debate sobre qué hacer con el dariya, el dialecto del
árabe que se habla en el norte del país vecino, sigue
creciendo en el Reino Alauita. Expertos como el lingüista
Mohamed Hafid están a favor de incorporarlo como “lengua
auxiliar” en los primeros años de la escolarización, para
facilitar el aprendizaje. No obstante, insistió en
declaraciones a la agencia EFE en que “a pesar de todo, no
puede ser la lengua del aprendizaje porque le falta la
estandarización y no puede ser instrumento de la
investigación científica ni de comunicación con el entorno
internacional”.
En Marruecos, aunque la Constitución afirma que el árabe
clásico es el único idioma oficial del Estado, los
marroquíes se comunican en árabe dialectal y tamazight (bereber),
mientras que el árabe clásico se utiliza para la educación,
la comunicación y la práctica religiosa musulmana.
Los defensores del dariya argumentan por una parte las
recomendaciones de UNICEF, que llama a respetar el derecho
de los niños a educarse en la lengua materna, y por otra la
vitalidad del árabe dialectal contra “el estancamiento del
clásico”.
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