El Servicio de Vigilancia en Playas de Cruz Roja ha
realizado un total de 73 asistencias durante el fin de
semana, desde el pasado viernes, en las playas de la Ribera,
el Chorrillo, Miramar, Tarajal y Benítez. Las intervenciones
más frecuentes han sido heridas y picaduras de medusas,
seguidas del aviso a los bañistas en zona de rocas. Desde la
entidad vuelven a insistir en que se deje actuar al
personal.
Heridas, picaduras de medusas y aviso a los bañistas en zona
de rocas han sido las asistencias más frecuentes que han
realizado los socorristas de Cruz Roja durante el fin de
semana, desde el pasado viernes.
En tres días, el personal sanitario de la entidad
humanitaria ha auxiliado a 73 ceutíes en las playas de la
Ribera, el Chorrillo, Miramar, Tarajal y Benítez aunque el
día que mayor número de incidencias se produjeron fue el
domingo, con una suma de 33 pese al predominio de la bandera
verde. La playa donde mayor trabajo se acumuló para los
socorristas fue el Chorrillo en dicha jornada, ya que se
tuvieron que realizar tres limpiezas oculares, curaron cinco
heridas, extrajeron tres púas de erizo y en cinco ocasiones,
tuvieron que llamar la atención de los bañistas que se
encontraban haciendo actividades peligrosas, entre otras
acciones.
Desde Cruz Roja han vuelto a insistir en que, mientras los
socorristas estén desarrollando una intervención sanitaria,
los demás bañistas deberían abstenerse de agolparse
alrededor del accidentado ya que, invariablemente, esta
masificación de personas entorpece la labor de los
profesionales que atienden a esa persona.
Aunque se pueda llegar a entender que la presencia de todas
estas personas podría basarse en la voluntad de ayudar, la
mejor de las ayudas que los socorristas de Cruz Roja pueden
recibir en esos momentos es tener alejados a cuantas mas
personas mejor, algo que facilitará su tarea. Además, la
actitud de respeto por la intimidad de la víctima es
fundamental ya que, además de estar imposibilitada por las
razones que fueran, esa persona se siente objeto de
curiosidad.
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