No creo que haya otro día, en todo
el año, que presente un grado de festividad, tan apretado,
como hoy, día 15 de agosto.
Y mucho me extraña que la casta política, tan en contra de
lo que huele a santoral, no haya dado con esta fiesta en el
olvido.
Dejémoslo como está y no les demos ideas a tanto inculto
suelto como anda en los ámbitos de la política, para que
hagan otra de las suyas, y para dejar el 15 de agosto en un
día más del calendario, pero sin ser fiesta de ningún tipo.
Sea como sea, y mientras tanto, es raro pasar por cualquier
pueblo de la geografía española y no encontrarte con que es
el día de la fiesta mayor del pueblo, especialmente en
Castilla-León.
En las demás comunidades autonómicas, otro tanto de lo mismo
y con ello va aparejado el que la “tan denostada” fiesta de
los toros, en estos días, en pequeños sectores, que lo único
que hacen es alborotar, precisamente hoy día 15 de agosto
es, junto con el segundo domingo de septiembre, cuando más
festejos se celebran.
Para hoy, en principio, no tengo nada programado, porque a
mí las programaciones anticipadas se me suelen chafar, con
mucha frecuencia.
Por eso hoy, al salir de casa, cogeré el rumbo que, a
priori, me parezca el más apropiado y estoy seguro de que
daré con los huesos en alguno de esos pueblos en los que,
después de la misa y de su procesión habrá unos juegos, para
rematar, por la noche, con la verbena de rigor.
El 15 de agosto, pues, además de ser festivo por naturaleza,
el más festivo en la Religión Católica, representa el punto
de inflexión del verano, por cuanto es el punto de partida
hacia el regreso de las vacaciones, tras haber pasado varias
semanas, lejos de la ciudad, en las playas o en la montaña.
Igualmente, para otros, para los del último turno en los
permisos vacacionales, es el comienzo de sus semanas de
descanso y todo ello hace que este día, además, sea uno de
los de más circulación de todo el año.
Muchas cosas, pues, sobre un día, sobre una fecha concreta,
que podría pasar desapercibida, en medio de los calores del
verano, pero que la Religión y aquí hay que repetirlo la
Religión Católica ha pergeñado esa fiesta que religiosamente
lo es en todo el mundo católico, pero que laboralmente es
fiesta en España y en pocos lugares más.
Y he hablado de, laboralmente, y de Religión Católica, que
no siempre es la religión del Estado.
Recuerdo como mis primeros años en la Alemania del Oeste,
cuando Alemania estaba dividida, en la zona donde yo vivía,
muy cerca de Osnabrück, una zona que confesionalmente no era
católica, un día como hoy, hace más de 40 años, me asombraba
el campaneo que había en las iglesias católicas, mientras la
gente iba a trabajar, como un día más.
Años más tarde, en München, situada en un land
confesionalmente católico, además del campaneo, todos los
establecimientos estaban cerrados, porque era fiesta
religiosa y laboral, igual que lo es y lo ha sido aquí, en
nuestro país, hasta que algún iluminado considere oportuno
borrar esta festividad y colocar alguna otra más progre,
aunque no tenga ningún tipo de significado.
Sea como sea, estamos en una fecha más del calendario, pero
con fiesta incluida para todos, al menos hasta hoy.
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