Cuando alguien dijo que los
árboles mueren de pie, por supuesto que no se había dado una
vuelta por la calle García, donde desde el tercer día de
feria, unos vándalos intentaron arrancar un árbol de raíz, y
al no poder hacerlo el árbol quedó apoyado en la pared.
Esto no es más lo que algunos llaman gamberradas, cuando más
que gamberradas es la tónica normal que tienen todas estas
fermosas criaturitas de divertirse. Pues para ellos, el
tirar un árbol al suelo, que por cierto no estaba molestando
en absoluto, es una de las grandes diversiones que tiene
esta chusma. Como divertirse es mearse en plena vía pública.
La verdad es que desconozco los motivos por lo que estoy
criticando a esta fauna de chavales cuando no hay nada más
divertido, en esta vida que les ha tocado vivir, que tirar
árboles, llenar las calles de basura y mierda pura, que para
eso están los servicios de limpieza, para recoger la basura
que tiran estos tan divertidos chavales.
Menos mal que, a pesar de que se ha tardado tiempo, el árbol
a vuelto a ser perfectamente colocado para que, de esa
manera, se cumpla aquello de que los árboles mueren de pie,
con permiso de Alejandro Casona.
Y como las sevillanas, ¡vamos por la segunda!. Desde mi
personal e intransferible punto de vista los antitaurinos,
esos que se manifestaron, en Barcelona, pidiendo la
suspensión de las corridas de toros alegando los
sufrimientos que padece el animal, han perdido toda
credibilidad a igual que la han perdido todos aquellos que
votaron contra ello en el Parlamento catalán, al no
manifestarse para evitar que los animales sufran contra los
correbous.
Esos toros embolaos, con fuego en sus cuernos, que tanto se
dan en los festejos de diversas ciudades catalanas, también
son animales que sufren. Algunos de ellos mueren de infarto
por el miedo acumulado, otros de agotamiento por tanto
hacerlos correr y la mayoría de los mismos terminan ciegos
por el fuego que portan sobres sus cuernos.
Qué credibilidad pueden tener todos esos antitaurinos, que
dicen luchar para que el animal, en este caso el toro de
lidia no sufra en la plaza, cuando permiten que ese mismos
animal, el toro, le hagan sufrir en los correbous.
Si tanto quieren a los animales y luchan porque estos no
sufran, incluso llamando, pos su desconocimiento cultural,
asesinos a los matadores de toros bravos, le vamos a dar la
oportunidad de demostrar a todos los que votaron contra las
corridas de toros y a los antitaurinos, de que no fue por
ser llamada las corridas de toros “Fiesta Nacional”, que
huele a español, manifestándose y votando contra las fiestas
con los correbous, prohibiendo las mismas.
No lo harán porque de llevarse a cabo una votación, en el
Parlamento catalán, las señorías que se atreviesen a votar
contra estos festejos populares, verían mermados
sustancialmente los votos a sus partidos.
Con las cosas de comer no se juega. Y los votos son los
votos, porque los necesitamos para seguir gobernando.¡Que
gran defensa en favor de los animales!. ¡Hipócritas!.
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