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sociedad - DOMINGO, 15 DE AGOSTO DE 2010

 

reportaje / Más vale prevenir

Revisar los elementos sensibles a las altas temperaturas

CEUTA
J. Losan

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Estamos en crisis, y eso se ha notado este año, este verano, en el aumento de los coches averiados en carretera. Se escatiman gastos, pero nunca es bueno racanear cuando se trata de la seguridad, y de eso trata este reportaje. Está claro que en estas épocas de vacas flacas se recapacita mucho más la compra de un coche nuevo y se procura estirar al máximo la vida del que ya se posee. Pero eso no quiere decir que se abandone a su suerte y que dure hasta que lo haga.

Cuanto más antiguo sea, más probabilidades existen de que le ocurra una avería durante estos meses de tanto calor. El motivo es sencillo, las altas temperaturas afectan más de lo que uno se llega a imaginar y las diversas piezas sufren un esfuerzo mayor.

Lo mejor es hacer una revisión de aquellos elementos que son más proclives a sufrir con las temperaturas altas. No llevará mucho tiempo y tampoco será caro.

Según un informe del RACC, cada año, en verano, se averían cerca de un millón de automóviles en nuestras carreteras. ¿La razón? Un mantenimiento deficiente… y unas temperaturas extremas -rondan, de media, los 40ºC- para las que no hemos preparado nuestro coche. Y es que, con tanto calor, sistemas como el de refrigeración del motor trabajan hasta un 20% más, los plásticos se cuartean con más facilidad e, incluso, el desgaste de las ruedas se incrementa hasta un 15%… Para evitar sustos, antes de salir de viaje realiza -tú mismo o en un taller, desde 60e- una pequeña revisión de tu coche.

En verano, el motor pierde potencia. A mayor temperatura ambiente, el volumen de oxígeno en el aire es inferior y cuanto menos oxígeno llegue al interior de los cilindros, peor se quema la mezcla de aire/combustible. El problema es más evidente en motores con más de 15 años y con turbo. ¿Cómo evitarlo? Compruebe que las bujías y filtros se han sustituido en el plazo marcado por el fabricante -60.000 y 30.000 km, de media, repectivamente- y, en un motor con turbo, revisar visualmente que el intercooler -pequeño radiador que enfría el aire que entra al turbo y que se encuentra en el vano motor- no está cubierto de insectos, hojas…

Plásticos.- Si aparca al sol durante más de dos horas, el interior del coche llega a alcanzar los 60ºC, algo que puede provocar desajustes en los plásticos a largo plazo. ¿Cómo evitarlo? Utiliza parasoles metalizados -desde dos euros- o lunas tintadas -desde 300 €, de media- ya que consiguen reducir la temperatura interior hasta 15ºC.

Escobillas.- La goma de las escobillas se deteriora con los cambios bruscos de temperatura. Lo notará cuando su barrido sea irregular o no retiren bien el agua. ¿Cómo evitarlo? Intentar no mojar las escobillas con agua fría si ha tenido el coche mucho tiempo al sol… o tocará sustituirlas antes de tiempo -de media, 36 €-.

Pintura.- Con los años, la pintura del coche llega a perder su brillo original por culpa del sol, la lluvia, el granizo… ¿Cómo evitarlo? Procurando aparcar a la sombra, en un garaje… y, después de lavar el coche, aplicar cera -un bote ronda los 3 €, y también es una función que ofrecen todos los lavaderos-. Evitar, también, los lavados automáticos de rodillos -rayan la pintura-.

Aire acondicionado.- Si el aire no sale frío o lo hace con poca fuerza, revisar el filtro antipolen -normalmente está bajo la guantera; en www.mann-hummel.com/mhes están todos los filtros y la forma de cambiarlos; un taller cobra unos 45 €-. Si el filtro está limpio, entonces, necesitará recargar el gas del aire -unos 40 €-.

Neumáticos.- Las altas temperaturas provocan un mayor desgaste en las ruedas. ¿Cómo evitarlo? No conducir deprisa -sobre todo en zonas de curvas- o evita circular a las horas del día con mayor calor. Por seguridad, no se olvide de verificar las presiones de los neumáticos cada semana.

Frenos.- Cuanto mayor sea la temperatura ambiental, peor refrigeran los frenos y, por tanto, pierden efectividad. ¿Cómo evitarlo? No abuses de los frenos de forma innecesaria -por ej., en las bajadas de los puertos, emplea marchas cortas para que el freno motor te ayude a retener- y cambia el líquido de frenos cada 60.000 km o dos años, desde 30 € -si sobrepasas ese kilometraje, el líquido pierde propiedades-.

Ojo a estos testigos


Testigo de temperatura del motor: Si se enciende en marcha, indica que el motor se está sobrecalentando: deténgase en cuanto pueda y quite el contacto o provocará una avería en el motor que costará más de 1.200 € de media. Una vez detenido, abrir el capó con cuidado y comprobar el nivel de líquido refrigerante, pero sin abrir su depósito -lo verá a través del propio depósito-. Si falta refrigerante, puede existir una fuga -60 € de media- o que la junta de culata se haya quemado -600 € de media-. Si es correcto, dicho calentamiento puede estar provocado por una avería en el termostato o en el electroventilador -90 € de media-. En cualquier caso, llame a una grúa y lleve el coche a un taller.

Testigo de avería del motor: Si comienza a lucir, no prosiga el viaje y llame a una grúa: puede tener un fallo importante en el motor -probablemente, en el sistema de inyección-. Si continúa, puede producirse una avería de más de 600 €.

Testigo de aceite: Indica que el motor tiene poco aceite y, sin él, el propulsor se romperá -3.000 € de media-. Detenerse cuanto antes y comprobar el nivel de aceite -a través de la varilla- cuando se enfríe un poco. Si está bajo, puede deberse a una fuga -verá gotear aceite por los bajos de coche; desde 120 €- o a que el motor ha consumido el aceite -se considera una avería si gasta más de 1,5 l/1.000 km, y la reparación superará los 800 €-. En cualquier caso, es mejor llamar a un servicio de asistencia -el técnico rellenará el aceite que falte y dirá si puede continuar o no- o a una grúa.

Testigo de frenos: Si se enciende al arrancar, cerciórese de que ha quitado bien el freno de mano. Si se ilumina en marcha y en recta, detenga el coche: hay algún fallo en los frenos -200 € de media-. Si se activa en curva, es que el nivel del líquido es insuficiente, así que deberá observar el depósito; si está muy bajo, llame a una grúa; si sólo está un poco bajo y no se aprecia ninguna fuga, puede continuar hasta un taller -cambiarlo y verificar el sistema cuesta 60 € de media-.

Testigo de batería: Si se enciende, acuda a un taller especializado en electricidad cuanto antes: el alternador se ha averiado, así que puede terminar quedándose sin batería… y el coche se parará. La reparación ronda los 180 € de media.
 

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