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cultura - SÁBADO, 14 DE AGOSTO DE 2010


teresa lascano. archivo.

entrevista / TERESA LASCANO, ARTISTA PLÁSTICA
 

«Vi Ceuta y pensé ‘este
sí es un lugar para mí’»

La artista plástica Teresa Lascano
inaugurará el viernes su quinta exposición
en la ciudad, la primera en las Murallas
Reales, bajo el título ‘Una Noche de Verano
sin Sueño -Insomnio productivo’
 

CEUTA
Gonzalo Testa

ceuta
@elpueblodeceuta.com

“Ya soy un poco de Ceuta.... Bastante sin dudas”, dice la artista plástica bonaerense Teresa Lascano, que el pasado viernes abandonó su casa-taller para volver a la ciudad autónoma a exponer por quinta vez. Esta será la primera en el Conjunto Monumental de las Murallas Reales, adonde la crisis ha impedido traer una serie de obras pictóricas inmensas que ha sustituido por otra no menos ambiciosa con 150 obras de “Arte Digital o Técnicas Experimentales”, según se prefiera denominarlas. Y lo hace sabiendo que aquí encontrará de nuevo los paisajes, la cultural, los amigos, el museo y el ambiente que la hacen dejar de vivir “para adentro”’, como dice hacer en Argentina, y volverse el animal social en el que agradece mutarse aquí.

Pregunta.- Acumula ya, antes de esta que se abre ahora en las Murallas Reales, cuatro exposiciones en el Museo del Revellín. ¿Recuerda cómo y por qué llegó a Ceuta?

Respuesta.- Por supuesto. Llegué a Ceuta por una situación personal, trabajando yo en la empresa Aerolíneas Argentinas como comisaria de muestras de arte. Recorrí varios lugares de España, especialmente Andalucía, y conocí las ciudades de la Costa del Sol, sobre todo Marbella y sus alrededores. Recuerdo inmediatamente sobre la primera imagen que tuve de Ceuta: había oído que no estaba a la altura en comparación a estas ciudades balnearias supuestamente ‘de categoría’, concepto no compartido por mí, o al menos de acuerdo con el estilo de vida que yo disfruto. Al llegar a Ceuta pensé y dije que este sí era un lugar para mí, donde yo podía sentirme bien, a pesar de que desconocía mi futuro en relación con la ciudad. Me llamó la atención su identidad, su situación geográfica, poder tener acceso a relacionarme con su cultura... Y su belleza natural. Y su gente.

P.- Años después, ¿de todo eso cuál es el vínculo más fuerte que permanece?


R.- A la primera exposición concurrí, estuve en la inauguración, la disfruté. Tuve buenos resultados. A la segunda no me fue posible estar presente y la seguí desde lejos. A la tercera vine, con cierto esfuerzo y sin tener todavía el conocimiento de la gente en particular... En realidad de eso se trata... Mi forma de haberme ido relacionando con la sociedad local, los amigos y la forma casi natural de estar vinculada a todos los ceutíes, por origen o por adopción. Es algo que sigue creciendo... Tengo un grupo de pertenencia que a la vez se conecta con otros y hay un estilo de mucho afecto que realmente es lo que me hace querer tanto a Ceuta. Por supuesto, pesa también el vínculo con el museo, el apoyo que me han dado, la aceptación de lo que traigo...

P.- Con tanto trasiego, ¿qué es lo que le resulta más fácil y más difícil de Ceuta en comparación con Buenos Aires, donde reside habitualmente?


R.- No es fácil decirlo. Tengo claro que yo no viviría en otro lugar que no sea Buenos Aires. Por lo menos nunca se me ocurrió hacerlo y por cómo viene mi vida es casi imposible que esto se revierta. Amo mi lugar, estoy insertada en mi sociedad y ambiente profesional, o de la cultura, tengo a mis hijas, de las que no pensaría alejarme... También está allí mi trabajo, que me lo forjé yo misma con 22 años de docencia en mi propio taller, sin interrupción, ni en vacaciones. Una reciente mudanza a una casa-taller que se afianza cada vez más con un grupo humano que responde desde los buenos resultados artísticos y desde un gran afecto demostrado... No quisiera aburrir. Todo es producto de un esfuerzo y una permanencia... Lo más claro que puedo decir es que en mi ciudad mi vida es ‘para adentro’, y en Ceuta ‘para afuera’. La vida social la desarrollo en Ceuta. A veces es como si me la programaran los otros y la disfrutamos todos... Es algo que me parece increíble, cómo se dan estas cosas en la ciudad autónoma, y estoy muy agradecida.

P.- Cuando regresa, ¿echa algo en falta de la primera vez que vino aquí?

R.- De la primera vez que vine no hecho nada en falta. La última es mejor que la anterior... Al menos desde la tercera vez que expuse, en el 2004. Después vino la de 2006, luego las veces que he pasado por Ceuta “como por casualidad”, o cuando expuse en Marruecos, o porque quería pasear o preparar otra muestra... Ya soy un poco de Ceuta... Bastante de Ceuta, sin dudas.

P.- ¿Sería capaz, con ojos de crítica, de explicársela qué es ‘Noche de Verano sin Sueño’ a un no experto a quien todavía no ha visto nada de ella?


R.- Es una obra que parte de fotos y fotos de mi archivo trabajadas con técnicas digitales. En algunos casos se trata imágenes escaneadas, de pequeñas carpetitas hechas en papel de seda por mi padre en mi infancia, y que curiosamente han trascendido el tiempo y aún conservo. En este caso se trata de un políptico denominado ‘De Papirolas y Mandalas’. Hay otro políptico con imágenes tomadas desde la ventana de mi ‘casa adoptiva’ en Ceuta, de siluetas jugando en la plaza seca frente al helipuerto, figuras que con la ayuda del Photoshop han tomado una infinidad de variantes... Son juegos ilusorios, que permiten un sin fin de posibilidades. Para no extenderme se trata de más de 100 trabajos digitalizados y 50 fotos directas.

P.- ¿Quedan vacantes para el taller práctico que ofrecerá durante su estancia en Ceuta?

R.- Me dijeron que ya cerraron las vacantes con 20 personas inscritas. El nombre del taller es ‘Disparadores de la creatividad’ y lo planteo como una actividad teórico-práctica que sigue la senda de lo que hago en mi taller desde hace unos años. Partió de la necesidad de justificar que para obtener una identidad en la obra de cada artista es necesario encontrar en uno mismo el disparador o determinante que haga desarrollar esa imagen personal. Lo observamos en las trayectorias de artistas emblemáticos del siglo XX en adelante: es emocionante ver en las primeras etapas cómo aparecen indicios de las finales... Nosotros hoy lo podemos ver, ese desarrollo, hacia dónde apuntaba, pero ese artista no en su momento no. En la fase práctica haremos pequeños trabajos, con técnicas mixtas, collages o dibujos, ya incentivados por lo visto... a veces salen cosas inspiradas en el artista observado, pero otras aparecen otras desconocidas, pero a partir de lo analizado. Al final, pasamos una película, preferentemente de otro artista, pero vinculado a las ideas desarrolladas. Todo en tres horas.

P.- ¿Cómo es el trato del artista, si prefieres este epíteto al de pintora, con el expositor? ¿Y con el público? ¿Y con el cliente?


P.- Me gusta ‘artista plástica’, que es más amplio, que sirve para la pintora, la dibujante, la grabadora... Y también para esto que presento ahora, que en realidad va un poco más allá de la fotografía misma. La relación con el entorno... Tiene todo un poco, pero si uno no se engancha mucho lo deja pasar y deja que las cosas fluyan más o menos naturalmente.

“Arte Digital”


P.- Y a esto que hace ahora, a esa búsqueda con los instrumentos fotográficos y pictóricos, ¿cómo le llama?


R.- Se usan varias adjetivaciones. Arte Digital se comenzó diciendo, o Técnicas Experimentales.

P.- ¿Cómo vive un artista en crisis económica? ¿Lo pasa igual, mejor o peor que un ciudadano medio?


R.- Y... Justamente por la crisis económica no se ha podido llevar a Ceuta una serie de pinturas inmensa que iba a colgarse en las paredes del Museo de las Murallas de la ciudad autónoma... Se hacía muy complicado pero como no hay mal que por bien no venga, ni lenta ni perezosa propuse hacer esta otra muestra, algo que hacía mucho quería desarrollar en profundidad, y creo que se pudo cumplir con objetivos más que beneficiosos con la posibilidad de mostrar tan exhaustivamente estas gigantografías, polípticos y fotografías en un espacio como pocos otros lugares pueden brindar. Ya dirán si la imagen los conforma... pero sí le puedo decir que desde que se planteó esta alternativa no dejé de trabajar ni un minuto, de día y de noche... De ahí lo de las noches de verano (e invierno) sin sueño. ¡Fueron insomnios productivos!
 

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