A veces siento preocupación y me
da por pensar en la juventud que estamos criando. Esa
juventud que un día, no tan lejano como se pueda pensar,
deberá ser la que sustituya a los hombres importantes de
este país llegando a gobernarlo.
El enorme fracaso escolar en nuestro país, por parte de un
número importante de estudiantes, hace que cada vez la
educación y la preparación cultural de nuestra juventud sea
menos eficiente elevando, de forma importante, el índice de
analfabetismo.
Quizás en las llamadas república bananeras, eso del aumento
de analfabetos en sus juventudes, sea un paso importante
para sus gobernantes, que a menor preparación de la
juventud, más fácil es dominar a unos “borregos” que se
tragarán, con toda la facilidad del mundo, las mentiras que
se les cuentan para perpetuarse en el poder los caciques de
turno.
Unos caciques populacheros, que no populares, cuyo gobierno
no sería igual, si toda esa juventud estuvieses preparada
culturalmente y no se les pudiese dominar como a los
“borregos” incultos, que son sus bases sobre las que
mantienen su poder.
Eso sólo puede pasar en las llamadas república bananeras,
donde el hambre y la miseria son las tónicas importantes de
sus vidas, mientras los caciques les arengan contra los
malos malísimos de los que tienen dinero e incluso les hacen
gritar frases como “Patria o muerte” que la masa borreguil,
toda enardecida por las palabras del manda de turno, repite
mientras lanzan vivas y más vivas a favor de quien les tiene
sometidos al hambre y la miseria, despojándoles de algo tan
esencial como es la libertad del ser humano.
Aquí, en nuestro país, a pesar de tener una taza elevada de
fracaso escolar, estamos muy lejos de parecernos a esas
repúblicas bananeras donde el individuo está sometido al
manda de turno. Pues a pesar de ese fracaso, en nuestra
juventud aún hay muchos estudiantes brillantes que serán el
relevo generacional que gobernará España.
No entiendo a esa parte de la juventud desinteresada por
todo lo que se adquirir cultural, pasando de asignaturas y
profesores, dedicándose a insultar a otros compañeros, a los
propios profesores, grabando en sus móviles todas esas
escenas de vergüenza que realizan para colgarla en Internet,
como uno de sus grandes logros.
Chavales a los que sus profesores no les pueden decir nada
que les moleste, porque van a casa cuentan lo que les parece
e inmediatamente se dirigen al colegio a pegarle al profesor
sus padres, tíos, primos y demás familiares y afectos.
Con estos vándalos hay que acabar, de una vez por todas,
para que dejen de ser borregos y cesen de cometer esos actos
vandálicos que para ellos son triunfos, cuando lo único que
consiguen con los mismos, es mostrar como son en realidad y
hacer pensar al resto de los ciudadanos, cómo a la hora de
votar, sus votos pueden valer igual que los del resto de los
llamados ciudadanos normales.
Con la feria un grupo de estos ignorantes, no teniendo naca
mejor que hacer se han dedicado, en la calle García, a
tratar de arrancar árboles dejando algunos de ellos
doblados. ¡Que gran diversión!.
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