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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 11 DE AGOSTO DE 2010

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

La huelga es un derecho que tienen los trabajadores y nadie se lo va a negar. El mismo derecho que tienen el resto de los españoles a viajar por todo el país libremente. Son dos derecho innegables.

Se está pidiendo a voces una Ley de huelgas, que permita saber a qué atenernos cuando se produzca alguna de ella. Porque sin faltar a la verdad, ni negarle los derechos a aquellos que los tengan, hay huelgas y huelgas. Y cosa curiosa las huelgas se realizan cuando más daños pueden hacer al resto de los españoles.

Con toda sinceridad, sin inclinar la balanza ni a un lado ni a otro, no creo que España esté, en los momentos actuales, para ninguna clase de huelga, por mucho que algunos se empeñen en llevarla a cabo en estos momentos, cuando han tenido oportunidad de haberla realizado mucho antes.

Que unos trabajadores que se están dejando su salud en lo alto de un andamio a pleno sol, otros debajo de una mina que cuando salen de la misma, no hay forma de conocerlos o aquellos que están en el campo doblando los riñones, mirando al cielo para que no se les vaya a estropear la cosecha, porque es lo único que tienen, que se declaren en huelga buscando algo mejor, pues hasta me parecería justo.

Pero que se me vengan a declarar en huelga unos señores que ganan sesenta millones de las antiguas pesetas al año. O sea, para entendernos todos, haciéndolas pesetas, cinco millones mensuales, me parece una huelga injusta e improcedente, la llevada a cabo por estos privilegiados para los que, sin duda alguna, no existe la crisis.

Estoy totalmente de acuerdo y apoyo cuanto dice el ministro de Fomento, José Blanco, hay que acabar, de una vez por todas, con todos estos privilegiados, que tiene un círculo limitado y que sólo permiten la entrada a nuevos controladores que a ellos les interese, por las razones que sean.

Regan, en los EE. UU, puso fin a las exigencias de todos los controladores aéreos, sustituyéndolos por militares, acabando con el cuento chino de todos estos privilegiados que viven como reyes, sin tener preocupación alguna para llegar a final de mes.

Los militares están perfectamente preparados para realizar esa misión, además de poder tomar otras soluciones, como sería contratar controladores aéreos de otros países, que seguro que vendrían por la mitad de lo que ganan estos y sin preocuparse de horas ni a cuánto se les iban a pagar esas horas extras.

Ahora, si yo fuese el ministro cosa, por supuesto, que no lo soy, una vez sustituidos por militares o controladores aéreos de otros países estos no volvían más a ocupar sus puestos.

Unos puestos que si se declaran en huelga, a quienes más van a perjudicar son a todos aquellos trabajadores, que después de estar reuniendo euro a euro con miles de sacrificios durante un año, les va impedir ir a su país a darle algo con que sacar sus familias adelante.

José Blanco, sin dar un paso atrás, debe exigir se cumplan unos servicios mínimos que aseguren el derecho a la libre circulación. Además debe conseguir la liberalización de este servicio y no tener contemplación alguna a la hora de aplicar las sanciones previstas.
 

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