LUNES. 2
Estoy en una reunión en la que sale a relucir el nombre de
José Luis Torres, jefe superior de la Policía
Nacional. Debido a las declaraciones que se le atribuyen a
Juan Vivas sobre la posibilidad que tiene el
comisario de convertirse en el mandamás de la Policía Local.
Y uno de los reunidos dice que los rumores son la antesala
de la noticia. Cuando se me pide a mí que opine al respecto,
respondo que lo dicho por el presidente de la Ciudad tiene
más de globo sonda que de noticia no confirmada. Y que el
globo sonda no deja de ser una noticia que se difunde con el
fin de obtener información o de ver la reacción que se
produce. Mentar el nombre del comisario, como sustituto de
Ángel Gómez, no deja de ser una manera por parte del
presidente de la Ciudad de potenciarle para el cargo. Aunque
también tiene el inconveniente de poner a José Luis Torres
en la picota. Mucho antes de que éste sepa si continuará
ejerciendo su cargo en la Policía Nacional de Ceuta. Por lo
tanto, bien haría el presidente en seguir cuidando sus
declaraciones acerca de una persona que ha estado hasta hace
nada sometida a una persecución implacable.
MARTES. 3
Con Francisco Márquez, consejero de Economía y
Hacienda, hablé yo hace un año. Era la primera vez que tal
cosa ocurría. Y fue porque tuve que entrevistarle. FM me
pareció agradable, educado, conversador ameno y, sobre todo,
aprecié su buen gusto en el vestir. Lo cual ya destaqué, en
otra ocasión, al compararlo con Tomás Terry, árbitro
de la elegancia española, aun a costa de que se me tachara
de hereje. Desde entonces, jamás se me ha presentado la
oportunidad de ver nuevamente en persona al diputado local,
y que parece estar destinado a sustituir a Francisco
Antonio González como parlamentario nacional. El motivo
por el cual escribo hoy de FM es porque se me ha dicho que
se ha convertido en el hombre invisible. Es decir, que
resulta tarea complicada, por no decir imposible,
localizarle en su despacho. Puesto que sus asistentes están
dedicados a protegerle, especialmente, de cuantas personas
lleguen reclamando que les sean abonadas sus facturas. Vaya,
pues, la anécdota: días atrás, un empresario que antes
presumía de no importarle que el Ayuntamiento se atrasara en
pagarle, porque se jactaba de tener un capital más que
apreciable, se dio cuenta de que su acceso al consejero, a
fin de exigirle el cobro de ciertas facturas, le era
imposible. Y salió de la consejería poniendo el grito en el
cielo. Desbarrando contra el poder establecido. Alguien, que
conoce más que bien al empresario, le dijo lo siguiente, con
aires de guasa: “No sé por qué motivo te pones así, siendo
tan rico como para poder esperar que Márquez decida
recibirte”. Y el rico, con la faz desencajada, respondió que
él ya no está en condiciones de evitar que le vean
soportando los desplantes de cualquier político. Lo cual no
deja de ser una cura de humildad. La que celebramos.
MIÉRCOLES. 4
Cuando llegan las fiestas en honor de la Patrona, suelo
pasear un día por el recinto ferial. Pero antes, costumbre
adquirida desde que vine a esta ciudad en el verano de 1982,
ceno en el Parador Hotel La Muralla. En el comedor de la
terraza. Con vistas a un jardín que se sigue metiendo por
los ojos. Así que un año más acudo a mi cita. La noche
invita a disfrutar del escenario. Hay clientes por todos los
sitios. Lleno a rebosar, que diría un taurino. Eso sí, por
más que haya transcurrido mucho tiempo, los recuerdos siguen
aflorando en noche donde a veces tengo la impresión de que,
de un momento a otro, veré aparecer a conocidos con los que
tanto pude disfrutar de situaciones similares. Lo cual es
imposible. De manera que no tengo inconveniente en
referírselo a mi estimado Alejandro Sevilla. Quien se
encuentra en la sala de estar del hotel apurando un refresco
y degustando unas sabrosas almendras. Tras la cena, saludo a
Pedro Fernández Olmedo. A quien no me cansaré de
celebrar. Porque, sin duda alguna, este director ha
conseguido que el establecimiento esté nuevamente en auge.
Y, tras la cena, cumplí con mi ritual: me pegué mi vuelta
por el recinto ferial. Y me gustó sobremanera ver que las
mujeres han decidido recuperar el traje de gitana. Olé.
JUEVES. 5
Manuel Gómez Montero es de Andujar. Y allí lo conocí
yo hace un porrón de años. Era él, por aquel entonces,
además de más joven –axioma-, lo mismo de activo, dinámico,
diligente y afanoso que es ahora, en cuantas tareas le da
por emprender. Manolo, amén de haberse sabido siempre ganar
la vida muy bien, me dijo un día, recién llegado yo a su
pueblo, que podía contar con su ayuda. Y a fe que cumplió
con creces su palabra. Por lo que mi relación con él, en la
tierra de Santa María de la Cabeza, aunque corta, fue
suficiente para percatarme de que me había ganado la
confianza de un hombre de verdad. Después nos distanciamos
por cuestiones profesionales. Y hete aquí que, al cabo de
los años, nos volvimos a encontrar en Ceuta. A la que viene
no sólo por motivos de trabajo, este hombre nunca se toma un
respiro, sino porque Ceuta tiene imán para él. Hoy, al
tropezarnos en la calle, hemos repasado, una vez más, en
cinco minutos pasajes que vivimos juntos y que siempre
estarán alojados aunque sea en el último cuchitril de la
memoria. MGM, entre otras cosas, es quien hace posible que
Ceuta pueda ser paseada en un tren turístico. Manolo es el
director de Magosonid: empresa de publicidad.
VIERNES. 6
Hallo a Manolo Gómez Hoyos al cruzar un paso de cebra
y decidimos irnos a ‘El Mentidero’. Sitio ideal para
ponernos a charlar sin tan siquiera echar una mirada de
reojo al reloj. Nuestro encuentro, que ha sido casual,
estaba sin embargo previsto desde que el ex gerente de
Acemsa me dijo por señas fechas atrás que haría todo lo
posible por darme un telefonazo, para contarme ciertas cosas
relacionadas con su vida tras haber sido destituido como
gerente de la empresa del agua. En vista de que la llamada
no se produjo, quizá porque MGH prefirió guardar silencio
durante los primeros días de la destitución, hoy la suerte
ha querido que fuera posible que Manolo y yo le diésemos a
la mui sin contemplaciones. De lo hablado, como ustedes
comprenderán, guardaré el más absoluto de los silencios. El
mismo que a él le corresponde mantener con lo que yo me he
atrevido a contarle. Y la vida sigue...
SÁBADO. 7
Las fiestas patronales están llegando a su fin. Y alguien
requiere, mientras tomamos el sol en la playa, mi impresión
sobre ellas. Y le digo que solamente fui un día a la feria.
Pero que antes me detuve en la plaza de África para
recrearme en el extraordinario ambiente que allí se vivía.
Debido a la ofrenda de flores a la Virgen. La de África, lo
he dicho ya en bastantes ocasiones, es una plaza recoleta
que a mí me cautivó ya mucho antes de quedarme para siempre
en esta tierra. Y es que de noche, cuando se le encienden
los colores, se convierte en el mejor escenario para que
toda celebración luzca esplendorosamente. El miércoles
pasado pude disfrutar del acontecimiento. La siguiente
pregunta de la persona que estaba tendida a mi vera en la
arena de la playa de El chorrillo, trata de política. Desea
saber qué me parece a mí el que Juan Vivas gobierne sin
tener una oposición como mandan los cánones. Una oposición
engrasada, ágil, interpelante, exigente. Que diariamente
marque estrechamente al equipo de gobierno, siguiendo de
cerca sus actuaciones y controlando sus gastos. Para que se
acaben las impunidades... Con todo el dolor de mi corazón,
créanme, me hice el sueco. En este caso, como estaba tendido
bocabajo y tenía escondida la cara, más bien me hice el
dormido.
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