A mayor ahorro, mejor gestión. Es uno de los axiomas que
gobiernan en el Ingesa y que ha recibido todas las críticas
de los médicos de primaria, que recuerdan que cada
facultativo no sustituido en un centro de salud conlleva un
ahorro de 3.000 euros al mes que reporta mayores pluses de
productividad a los gestores.
La Asociación de Médicos de Atención Primaria de Ceuta ha
vuelto a criticar la política de sustituciones del personal
facultativo en los centros de salud de la ciudad autónoma y
para ello ha puesto sobre la mesa los datos extraídos
durante el pasado mes de julio en el ambulatorio de Recinto.
Según apuntó el presidente de la asociación, Antonio
Ferreras, durante el mes de julio la ausencia de un médico
hizo que el Ingesa repartiera su cupo entre los presentes.
Ello ha significado que el pasado mes, durante 12 días de
los 22 que eran laborables, los pacientes de un cupo han
estado “vagando por el centro de salud buscando quién les
debía atender ese día, con las consiguientes idas y venidas
a información para que les recordara con qué médico le
habían dado cita, la consiguiente pérdida de la continuidad
asistencial, el estrés para ambos desconocidos (médico y
paciente) ante una primera consulta, el enfrentamiento por
ese desconocimiento, el descontrol de las IT, la
masificación...”.
En la mesa sectorial que se celebró el pasado 12 de julio el
Ingesa presentó una propuesta para organizar la demanda
asistencial “ante la ausencia de médicos de atención
primaria”, lograr que el disfrute de las vacaciones y
permisos reglamentarios no menoscabase “la accesibilidad y
calidad de los servicios sanitarios” y descentralizar parte
de la gestión de la cobertura de estas ausencias en los
coordinadores de equipos. Para lograr estos objetivos se
propuso como medidas, en primer lugar, la reorganización
asistencial, en segundo, la cobertura con contrataciones de
bolsa de trabajo y, en tercer lugar, si no hubiera médicos
en bolsa, permitir a los médicos de plantilla doblar turno a
cambio de ciertas compensaciones económicas.
En el centro de Recinto sólo se contrató un sustituto cuando
ya había dos médicos de vacaciones, que atendió en la misma
consulta al cupo de los dos ausentes “produciendo una demora
importante”. Todo ello demuestra, para Ferreras, que el
verdadero objetivo del Ingesa es ahorrar: una media de 3.000
euros al mes por cada médico que no se sustituye, lo que
conlleva mayores pluses de productividad para los gestores.
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La plantilla estuvo incompleta en Recinto el 63,5% de los
días de julio
El centro de salud número 1
(Recinto) cuenta con una plantilla de diez médicos de
familia para atender a la población asignada y durante el
primer mes de vacaciones ha contado con el 22,7 por ciento
de sus días con un 10 por ciento menos de médicos; un 27,2
por ciento de los días con un 20 por menos de los médicos y
un 13,6 por ciento de los días con un 30 por ciento menos de
médicos. Es decir, el 63,5 por ciento de los días la
plantilla ha estado incompleta, con el consiguiente reparto
de pacientes entre los médicos presentes, con un 59 por
ciento de los días repartiendo los pacientes de un médico y
un uno por ciento de los días repartiendo los de dos
médicos. Los demás días se anularon consultas, siendo
atendidos los pacientes de la consulta anulada por el médico
de guardia.
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