Según un estudio de BBVA, la demanda de automóviles no se
verá favorecida por la evolución demográfica.
El parque español de turismos por habitante en España se
encuentra “próximo a su nivel de saturación”, según un
informe realizado por el Servicio de Estudios del grupo BBVA,
que resalta que la velocidad de convergencia hacia este
punto de convergencia “es elevada”.
Este informe señala que la evolución demográfica prevista
para la próxima década “no favorecerá” el incremento de la
demanda de automóviles, por lo que señaló que, para evitar
el deterioro del negocio a medio y largo plazo, el sector
del automóvil cuenta con dos posibilidades.
La primera de ellas es aumentar la competitividad respecto a
otros países, mediante el incremento de sus volúmenes de
exportación hacia economías que posean un amplio potencial
de crecimiento y que se encuentren alejadas, todavía, de su
punto de saturación.
Asimismo, este informe pone de manifiesto que el sector de
automoción también puede estimular la tasa de sustitución de
vehículos, a pesar de que España cuenta con un parque de
turismos menos envejecido que el promedio de la Unión
Europea. No obstante, indica que para lograr este objetivo
tendría que situarse en tasas de reemplazo similares a las
de Reino Unido.
Este análisis recalca la dificultad de modificar las
preferencias de demanda de los consumidores, por lo que
recomienda el desarrollo de avances tecnológicos que
permitieran reducir el coste de uso de los turismos,
mediante la mejora de su eficiencia energética.
Por otro lado, el informe del Servicio de Estudios del BBVA
pone de manifiesto que, tras “un rotundo éxito”
experimentado en el tercer y cuarto trimestres del pasado
ejercicio gracias al Plan 2000E, la demanda de vehículos en
España se ha debilitado “paulatinamente”.
El canal de particulares ha sido el principal responsable de
la pérdida de dinamismo de las matriculaciones durante lo
que va de año, a pesar del efecto positivo derivado de la
renovación de flotas por parte de las compañías alquiladoras
y el aumento de la inversión en coches de las empresas.
También resalta el poco efecto del Plan Moto-E, por la
imposibilidad de ayudas para comprar una moto de mayor
cilindrada.
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