Los traslados al centro de hemodiálisis no tienen la
consideración de servicio urgente sino de recogida
colectiva. De esta manera, la Ley permite hacer recorridos
por varios domicilios para efectuar los desplazamientos. La
plantilla que presta el servicio ha querido aclarar esta
circunstancias ante las quejas de los pacientes que
lamentaban las enormes esperas que deben soportar para
regresar a casa de la diálisis.
El personal que presta el servicio de ambulancias para el
transporte de enfermos renales hasta el centro de
hemodiálisis ha salido al paso de las quejas que vienen
manifestando estos pacientes, el último de ellos José Ruiz,
quien denunciaba esta semana a EL PUEBLO que tuvo que tomar
un taxi para regresar a casa después de cuatro horas ligado
a la máquina que le drena la sangre cuatro días a la semana.
Un portavoz de la plantilla explicó que el servicio de
transporte hasta el centro de hemodiálisis se organiza cada
día en cuatro turnos. En cada uno de ellos cuatro vehículos
realizan diferentes recorridos para recoger a los pacientes
renales, llevarlos al centro de diálisis y después
retornarlos a casa.
El primero de estos turnos comienza a las siete de la
mañana. Tras dejar los pacientes en el centro de diálisis,
vuelven a por ellos hacia las doce y media o una del
mediodía.
El turno de tarde recoge a los pacientes en sus diferentes
domicilios a las dos. La recogida de regreso a casa en el
centro de hemodiálisis del Polígono Virgen de África se
efectúa a las ocho de la noche.
Cada ambulancia tiene capacidad para desplazar a cinco
pacientes. Pero desde la plantilla lo recuerdan: estos
traslados sanitarios no tienen la consideración de urgentes.
“Son servicios de recogida colectiva y, si tienen esta
consideración, la Ley te permite hacer recorrido para
recoger y devolver a varios pacientes”, apuntó el mismo
portavoz.
Esta es la situación que, al parecer, molesta a muchos
enfermos, las demoras en volver a casa debido a los
itinerarios de las ambulancias. “Naturalmente, nosotros
comprendemos la situación de las personas que deben
someterse a sesiones de hemodiálisis, pero lo que no es
posible es disponer de una ambulancia para cada uno de los
enfermos”, continuaron argumentando desde el colectivo de
técnicos.
El mismo portavoz argumentó además que habitualmente las
esperas en el centro de hemodiálisis antes de que la
ambulancia regrese a los pacientes a casa no suele superar
los quince minutos.
En el turno de mañana, las cuatro ambulancias que prestan
este servicio de transporte sanitario colectivo deben
desplazar a treinta pacientes renales desde sus domicilios
hasta el centro de hemodiálisis y viceversa. Durante la
tarde, el número de pacientes disminuye significativamente,
reduciéndose a veinte.
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