Lo de Ceuta es claramente una
virtud. No existe lugar conocido en el mundo donde las
tradiciones casi se mezclen y se celebren como aquí.
Mientras que el fervor cristiano y no cristiano ceutí
conmemora y festeja el día de la Patron, la alcaldesa
perpetua y capitana general, la Virgen de África, el ceutí
musulmán, que también participa activamente en los festejos
colaterales bien el Real, bien en la calle del Infierno y
disfruta del espectáculo de variedad del obligado recorrido
de la Marina, se prepara para su afamada fiesta del Ramadán
cuyas luces conmemorativas ya instaladas se inauguran este
mismo domingo ante la previsión que el mes del ayuno se
inicie el miércoles o jueves próximo. Es el otro ambiente de
Ceuta que ya es tradición también, lo cual imprime una
cualidad a la ciudad digna de reconocimiento.
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