Un nuevo paciente renal que debe trasladarse tres días en
semana hasta el centro del Polígono Virgen de África para
someterse a sesiones de hemodiálisis ha denunciado las
deficiencias del transporte sanitario colectivo que pone a
disposición de estos usuarios el Instituto Nacional de
Gestión Sanitaria (Ingesa).
José Ruiz explicó ayer visiblemente airado que tuvo que
tomar un taxi para regresar a casa una hora después de
someterse a la correspondiente sesión de diálisis porque
ninguna de las ambulancias que debe prestar este servicio,
por motivos que no fueron explicados, se movieron de su
sitio para efectuar el regreso del paciente a su domicilio.
Concretamente, Ruiz asegura que terminó su sesión de
hemodiálisis pasadas las doce y media del mediodía y que,
siendo ya la una y media, todavía no lo habían retornado a
casa, por lo que optó por tomar un taxi por su cuenta,
debido al agotamiento que le había producido las cuatro
horas ligado a la máquina dializadora.
José Ruiz debe acudir a las sesiones de diálisis todos los
martes, jueves y sábado, cada una de ellas de cuatro horas,
y no es el primer usuario que se queja de las deficiencias
del transporte sanitario.
Poder atender las necesidades de los enfermos renales que
deben acudir al centro del Polígono Virgen de África para
someterse a diálisis era uno de los argumentos esgrimidos
por el personal de la empresa concesionaria del servicio de
ambulancias para que se aumentara la dotación de vehículos.
Sin embargo, para este año no hay ninguna previsión por
parte del Ingesa de aumentar la dotación de ambulancias de
que dispone la ciudad, puesto que, al parecer, el esfuerzo
presupuestario en mejorar el servicio de transporte
sanitario se ha centrado en la contratación de un
helicóptero medicalizado propio para los traslados urgentes
a la Península.
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