El Consejo Religioso y Benéfico Luna Blanca prevé que el
próximo jueves 12 de agosto (“tal sea la voluntad de Al-lah”),
los musulmanes de Ceuta recibirán “con júbilo” la llegada
del Sagrado mes de Ramadán, el mes del ayuno, “de la
abstinencia total de cualquier partícula alimenticia que
pase por la boca o nariz, asimismo de mantener relaciones
maritales durante las horas del ayuno”.
“Es curioso”, destaca Luna Blanca, “ver a los musulmanes
celebrar el hecho de no comer, no beber y disfrutar.
Habitualmente, el hombre celebra lo que le agrada; celebra y
festeja acontecimientos “positivos” no celebra lo que le
trae disminución del placer mundano. Pero los musulmanes
festejan la llegada del hambre, de la sed y los cambios
psicológicos que traen. La pregunta es: ¿por qué celebran,
entonces?”.
“Los musulmanes celebran porque, en primer lugar, cumplen
con Dios”, apunta el Consejo, “cuando Dios dice:
‘¡Creyentes!, os ha sido prescrito el ayuno como lo ha sido
para vuestros antepasados, los musulmanes dicen: te
obedecemos Señor nuestro. Acatan y aplican y eso mismo trae
una satisfacción al alma. Al sentirse cumplidor, el musulmán
se alegra y se olvida del hambre y la sed. Aprende a ser
realmente representante de Dios en la tierra y por eso
celebra y festeja la llegada de Ramadán. Aprende a dejar
mandar su espíritu y no hacerle caso al cuerpo que tal vez
se desvanezca y pida alimentos”.
“También celebran porque los musulmanes saben que ellos
mismos se benefician del ayuno”, apunta Luna Blanca,
“ontrolarse durante largas horas y no perder la serenidad y
ser presa fácil de los nervios es uno de los beneficios y
ventajas de Ramadán. Sabe que aprende controlarse frente a
las adversidades. La vida tiene sus altos y bajos, en los
momentos difíciles uno tiene que contenerse y una de las
enseñanzas del ayuno es ésta: ser paciente frente a la falta
de alimentos y cierta debilidad y pérdida de fuerzas.
Aprende a controlar su lengua si es agredido”.
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