Agotado el mes de julio y, con él, el año político, la
Cámara de Comercio y la Confederación de Empresarios de
Ceuta (CECE) se han tomado un respiro y han pospuesto a
septiembre la adopción de una decisión definitiva sobre si
la ciudad debe o no pedir su integración en la Unión
Aduanera, un debate que Vivas quiere tener cerrado este año.
La “trascendencia” de la decisión y la necesidad de “ser
responsbles y pronunciarnos con todos los elementos de
juicio posibles” ha llevado a la Cámara de Comercio, que
parecía la institución empresarial que tenía más avanzada su
reflexión sobre la bondad o no de que Ceuta pida su
integración en la Unión Aduanera, a retrasar “al menos hasta
septiembre” su dictamen definitivo, explicó ayer su
presidente, Karim Bulaix.
Cuando este se concrete la Cámara intentará consensuar su
postura con la Confederación de Empresarios que dirige
Rafael Montero Ávalos. “Entiendo”, señaló el máximo
representante cameral, “que aunque cada uno debemos hacer
nuestra propia reflexión en último término sería oportuno
consensuar una posición común”. La CECE efectuará una
consulta censal a todos sus asociados para conocer su opinió
al respecto antes de trasladar su decisión al Ejecutivo
local, que quiere cerrar este debate antes de 2011.
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