Comunidades como Andalucía (con 16 plantas), Cataluña (con
7), País Vaso (con 5), Navarra (con 4), Castilla La Mancha
(con 6), Castilla y León (con 8), Galicia (con 5) y Asturias
(con 3), encabezan el reparto del pastel geográfico donde se
ubican parte de las instalaciones de este tipo de industria
de energía renovable. Son plantas de biodíesel y de
bioetanol que se encuentran activas, en fase de construcción
o de proyecto. Junto con la de Ceuta hay 21 plantas en
proyecto; un total de 22 en fase de construcción actualmente
y 36 se encuentran a pleno rendimiento hoy en día, una vez
solventada la crisis en 2008 en este sector.
El consumo del biodíesel es una realidad en nuestro país y
en Europa. España empieza a adoptar poco a poco medidas
proteccionistas para las insdutrias de creación de
biocarburantes españolas porque la realidad hasta 2009 era
que el biodíesel extranjero se situaba como el más consumido
en nuestro país. Un hecho contradictorio por la apuesta
inversora en nuestro suelo. El futuro, según los expertos,
augura movimiento multiplicador en el sector que paliará los
comienzos de una industria española que ya lleva 20 años
dando muestras de estabilidad y de modernización
tecnológica. Tanto, que la Administración General del Estado
adoptará en breve nuevas medidas para ajustar técnicamente
las condiciones, en una evolución de la actual norma
denominada APQ (Almacenamiento de Productos Químicos), por
los efectos nada nocivos del funcionamiento de esta
industria.
Entre tanto, a falta de mejor criterio, en Ceuta se sigue
debatiendo una resolución favorable o no al proyecto
industrial de ‘Biocarburantes del Estrecho’ con un peso
inversor de 72 millones de euros. Una cifra nada desdeñable
si tenemos en cuenta que -eliminando la inversión por la
construcción de la nueva prisión- se trata de un esfuerzo
inversor muy superior a lo que en inversión aportan las dos
administraciones públicas en Ceuta en el último ejercicio
presupuestario.
Mientras en Ceuta se debate el hecho de las distancias de la
instalación de la Planta al núcleo urbano, pese a los
informes técnicos de expertos químicos y de biotecnología,
en Bilbao, la última planta construida -propiedad de
Acciona- se sitúa a distancia cero de la zona habitada.
¿Razón?, los tanques famosos de Metanol están soterrados y,
en cualquier caso, el reglamento APQ (Almacenamiento de
Productos Químicos) aprobado por RD en 2001, sitúa en menos
de 60 metros estos tanques del núcleo poblacional. Todo
forma parte del nivel de seguridad. El axioma: más seguridad
y tecnología, menos distancia, es el aplicado.
El tanque de almacenamiento del Metanol -un producto estable
en sí mismo- se sitúa en el proyecto ceutí a una distancia
de 500 metros.
Ecologistas en Acción
La futura planta de biodiésel que prevé instalarse en el
puerto de Alicante no es peligrosa ni para el medio ambiente
ni para la salud de los alicantinos, según ha asegurado el
portavoz de Ecologistas en Acción en la Comunitat, Carlos
Arribas. “Nosotros estamos de acuerdo con todos los
proyectos de energía renovable y por eso no hemos apoyado a
la plataforma ciudadana que rechaza esta planta”, declaró
Arribas. Además, subrayó que la supuesta distancia mínima de
dos kilómetros a las viviendas más cercanas “es inútil,
porque no hay riesgos”.
En Alicante, la empresa CLH, que fue rechazada por la
Comunidad Valenciana ganó un contencioso por el que el
gobierno autónomo paga 5 millones de euros anuales en
concepto de indemnización y mantiene, a base de
impugnaciones, cerrado el proceso de desarollo del puerto
alicantivo, del que se ha beneficiado Castellón con la
instalación de una planta de Biodíesel que ha hecho despegar
a su puerto.
En España
Actualmente, al cierre de 2009, en el país existían 36
plantas de biocombustibles en funcionamiento, 22 en
construcción (algunas ya están activas) y otras 21 en fase
de proyecto, como la de Ceuta, pendiente todavía de
resolución adminstrativa.
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