Hay personas que siguen creyendo
que seguimos viviendo en épocas pasadas donde, por ejemplo,
si a usted se le ocurría pasar por la acera de cierto lugar
en Ceuta, se debería bajar de la misma porque había señores
sentados con las piernas estiradas que le impedían el paso,
además del cura de turno al que usted le debería besar la
mano.
Todos estos que siguen viviendo en otra época, son seres
retrogrados que no han avanzado con los tiempos y siguen
anclados en aquellos tiempos, donde le bastaba, a algunas
señoras, decir “mi marido es..”, para que todo quisqui se
pusiese bocabajo. Desgraciadamente, hoy día, siguen
existiendo algunas de esas señoras, que no se resisten a
dejar de ser lo que fueron.
Por cierto, antes de seguir adelante con el escrito quiero
decir y digo, que jamás pasé por la acera aquella y, mucho
menos le besé la mano a ningún cura puesto que, siempre, he
pesando y sigue con el mismo pensamiento que todos somos
personas con nuestros defectos y con nuestras virtudes y que
nadie es más que nadie.
Aclarado esta situación, sigamos adelante con el asunto que
estábamos tratando, que no es otro que el de aquellas
señoras que siguen viviendo más que de la realidad, de los
recuerdos de cuando eran las señoras de… , hermanas de.. o
hijas de….
Por suerte para todas estas personas que siguen ancladas en
ese pasado, existen otros personajillo de medio pelo, con
carguitos conseguidos por el señalamiento del “dedatil” con
gorra y pito incluidos que no dudan, en ningún momento,
venir a darle la razón aunque no la lleven a estos
personajes anclados en el pasado.
Acuden en su auxilio, ¡faltaría más!, por se la esposa de…
la hermana de.. o la hija de…. Y ellas con sus carguitos no
pueden dejar de prestarles la ayuda que fuese necesaria
porque viven también ancladas en aquel pasado.
¡Y que caramba!, hay que demostrarle que poseen un carguito
conseguido por la suerte de la tómbola de la vida,
señalamiento del “dedatil”, que amparándose en él se van a
enterar lo que vale un peine quines osan ir contra sus
amigas del alma. La señora de…, la hermana de… o la hija de.
Y en esa ayuda se lanzan a tumba abierta sin m pararse a
pensar, por un momento, les que les puede caer por
calumnias, injurias y en defensa del honor de cada persona
que está dentro de la legalidad vigente.
Lo contrario que las esposa de…, la hermana de… o la hija
de… que quieren que esa ayuda que les van a prestar los
poseedores /as de esos carguitos sea para cometer una
ilegalidad, incluso mucho antes que esas legalidad se pueda
llevar a cabo. Puesto que por ajustarse a ley nada lo va a
poder impedir, y mucho menos cualquier chiquilicuatre con
carguito por el “dedatil”.
Es tanta la prepotencia que tienen esos de los carguitos del
“dedatil”, que incluso se creen con el poder de solicitar
información de cualquier materia que ellos decidan que
tienen que darle por el carguito de medio pelo que ostentan.
Pienso y le hago un favor, a todos esos de los carguitos del
“dedatil”, que no se metan donde no deben. Y como saben de
cante, se apliquen aquella canción que dice:”No te metas en
la vida de nadie, para que nadie se meta en la tuya”.
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