Con un notable resultado en su haber, los titulares de los
Consulados Generales de España en Nador y Tetuán,
Jiménez-Ugarte y Martínez-Cattáneo respectivamente, cesaron
en sus destinos esta semana. Ambos diplomáticos lidiaron en
sus respectivas demarcaciones (Jiménez-Ugarte cubría también
Larache) con especial celo y profesionalidad.
Toca relevo. Al menos en algunos casos y, aunque quiera
dársele visos de normalidad, no parece casual que en poco
tiempo al menos trece diplomáticos españoles hayan sido
relevados de sus puestos, entre ellos el embajador Luis
Planas y los cónsules en Tetuán y Nador. Planas es
sustituído por el actual embajador en Lisboa, Alberto
Navarro, mientras que los cónsules generales en Tetuán y
Nador serán relevados, respectivamente, por Carlos Díaz
Valcárcel (procedente de Montreal) y Jorge Cabezas, quien ya
estuvo de consejero de la Embajada en Rabat hasta 2004,
coincidiendo con la convulsa victoria electoral del
presidente Zapatero. Martínez-Cattáneo, veterano en
Marruecos, asumió unos meses en comisión de servicio el
problemático Consulado de Nador, mientras que Jiménez-Ugarte
navegó con maestría entre las fuertes corrientes que agitan
el Consulado de Tetuán.
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